Últimamente han cerrado y cambiado de dueño
dos importantes medios de prensa y otros están en situación vulnerable. En la
primera parte de este artículo analizamos la situación del sector mientras que
en la segunda proponemos algunos temas de discusión para evitar más cierres.
El cierre de Página Siete ha sido un golpe muy duro para la prensa y preocupa la transferencia de Los Tiempos a un grupo empresarial sin experiencia en el ramo. Las razones para el cierre afectan a todos los medios o sea que todos o casi todos estarían en situación vulnerable. Las razones mencionadas son: 1) La discrecionalidad del Gobierno para asignar pautas publicitarias; 2) La disminución de ventas; 3) La competencia de las redes sociales.
Sobre estas razones corresponde hacer los siguientes comentarios: 1) No es bueno para la democracia que la sobrevivencia de un periódico dependa de la buena voluntad del Gobierno. Teniendo en cuenta que el sector privado es pequeño y gasta poco en publicidad, los periódicos deben buscar aumentar la venta de sus ejemplares. Por otra parte, el Gobierno tiene que buscar mejorar su imagen repartiendo su pauta publicitaria sin discriminar, por ejemplo, al sorteo. 2) Para mejorar sus ventas, tiene que mejorar el contenido y la calidad de los periódicos. No hay encuentro entre la oferta y la demanda de lectura. Es decir, la prensa publica información que a pocos interesa, por ejemplo, los tejes y manejes de la elección de los magistrados, las peleas internas del MAS, las entrevistas a los policías, a los que hacen cola por la razón que fuere y a las caseras de los mercados.
Algunos periódicos reproducen a ciegas artículos de la prensa extranjera (espero que con su consentimiento) pero los lectores prefieren acceder directamente a la fuente. En el mejor de los casos, leer un periódicos nacional toma cinco minutos. El público piensa dos veces antes de comprar un periódico por tan poca cosa.
Por otra parte, los periódicos no deberían tratar de competir en tiempo o calidad con las redes sociales para anunciar noticias como por ejemplo que el Madrid le ganó al Barcelona. Tienen que concentrar su interés en el desarrollo de ideas nacionales sobre Bolivia y el mundo.
Los periódicos tendrían muchos trabajadores con relación a su producción implicando que el costo de producción unitario no corresponda a lo que el lector quisiera pagar.
No tengo propuestas de solución a estos problemas, pero teniendo en cuenta la importancia y necesidad de salvar la prensa, sugiero que se pongan de acuerdo entre todos los medios de prensa para hacer un gran estudio de mercado buscando averiguar: 1) Porque la gente no compra o ha dejado de comprar periódicos, 2) Qué tipo de información, diferente a la que ofrecen las redes sociales, les gustaría recibir, 3) Cuánto estarían dispuestos a pagar y otros temas de importancia. La hipótesis de partida de un estudio de este tipo es el desencuentro entre la oferta y la demanda de lectura, dado su precio, contenido y calidad. El estudio necesitará hacer una encuesta la que debe encargarse al INE para asegurar su calidad. Terminado este estudio y apoyándose en sus resultados, las empresas periodísticas podrían hacer un estudio de ingeniería institucional de sus instituciones.
Rolando Morales es economista.
@brjula.digital.bo