Embaucamiento solenme

Por favor, la arrogancia en nuestro país está debidamente domiciliada: desde hace casi dos décadas. Y lo está bajo las lonas amplias de la tienda partidaria del MAS (ahora, ahora mismo, ya no se sabe qué es ese “movimiento de movimientos”, si es un ser vivo, uno inerte o apenas una sombra sin alma casi cercana y cercada por la muerte). El Poder, y la escasa o nula educación para saberlo metabolizar sin que les herrumbe el alma, hizo de los masistas presa del hollín de la arrogancia, por eso hicieron lo que les vino en gana. ¡Ojalá hubiera sido para que Bolivia ganara! Nada de eso, y por eso hoy están doblemente partidos: fracturados en dos facciones en constante fricción y reducidos a la mitad del electorado que tuvieron en los buenos tiempos de las vacas gordas.

En fin, pero Yuri F. Tórrez (YFT) en su reciente columna “Arrogancia intelectual con el MAS” (la sinRazón, 25|02|25) nos dice que la displicente arrogancia está instalada, nada más ni nada menos, que “en la inteligencia ilustrada, articulada al establishment, que no alcanzó –por su mirada miope– a entrever los trasfondos del tejido popular y organizativa de este movimiento político”. ¿Y qué es lo que no alcanza a ver esa desinteligente inteligencia? Su complejidad. De ahí en adelante, como un aprendiz de póker, una y otra vez, saca a relucir esa palabra-comodín, como si al proferirla –¡”complejidad”, “complejidad”!– lograra sacralizarla.

Ninguna complejidad, puro clientelismo, duro prebendalismo. Vileza política, envilecimiento dirigencial. Movimiento inmoral de esos Movimientos (anti) Sociales. Ahora enguerrillados contra el propio Morales por treinta piezas inflacionarias entregadas por el Sumo Sacerdote de una sigla que va quedando deshabitada.

No hay misterio. No hay complejidad. Apenas podredumbre.

Por favor, no cabe que nadie vista a la boa constrictor que casi se devora al país entero, de “complejidad”. Salgamos del despotismo de los velos y los desenfrenos por un mínimo de consideración con los hechos. Salgamos de esa sed mortal de ficciones.

César Rojas Ríos es comunicador social y sociólogo.