Los vocales del Tribunal Supremo Electoral anunciaron que para las elecciones judiciales no funcionará el TREP, lo que introduce una mayor incertidumbre sobre estos comicios.
La Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) se ha convertido en uno de los mayores problemas del Órgano Electoral, cuando en realidad es una herramienta digital que le debía permitir solucionar el problema de la transparencia de los procesos electorales y colaborar al proceso de recuento de resultados.
De acuerdo al Reglamento para la elección de autoridades del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional Plurinacional 2024 debe funcionar la transmisión rápida de resultados preliminares en las elecciones del 15 de diciembre de 2024.
Según el calendario reprogramado, en la actividad número 39, el domingo 15 de diciembre de 2024 debe darse la difusión de estudios en boca de urna o conteos rápidos (a partir de las 20:00 horas).
También es útil recordar el punto 6 del “Acuerdo Multipartidario e Interinstitucional por la Democracia”, firmado el 10 de julio de 2024, donde el Tribunal Supremo Electoral se compromete a implementar “de forma progresiva un sistema de difusión de resultados preliminares en los futuros procesos electorales, que permita contar con datos preliminares y oportunos sobre la votación con fines de información”.
La verdad es que Bolivia es el único país con un conteo arcaico de votos, de manera que los resultados electorales se otorgan después de varios días; todos los países vecinos informan la misma noche de las elecciones los resultados preliminares, que varían muy poco de los resultados finales y oficiales. “El sistema de cómputo final legalmente puede durar varios días, generando incertidumbre y manipulación (mientras) el recuento rápido de votos genera resultados preliminares que no deberían diferir significativamente de los resultados finales, con lo cual se cierran las posibilidades de fraude electoral, seguramente no en un 100% pero si en una magnitud trascendente” (Libro La madre de todas las batallas: defensa del voto ciudadano).
Según fuentes secundarias, el TREP habría operado en el referendo constitucional del 2016 (Misión de Expertos Electorales Unión Europea, 2019) y habría evitado el cambio de resultados en el Referendo del 21-F, cuando desde la Vicepresidencia se especulaba de un “empate técnico” y de que con la llegada de los “votos del campo” los resultados “se volcarían”.
El enemigo del fraude es el TREP por la intervención de la variable tiempo, porque el TREP transmite resultados instantáneos, si bien los procesos fraudulentos pueden prepararse con mucha anticipación, días y meses, su realización debe ocupar horas para su validación. Sin el TREP, el fraude dispone de días para alterar actas, acceder y manipular la base de datos; realizar sumas y buscar convergencias con los datos de las mesas, asientos electorales, etc.
Lamento profundamente la decisión de los Vocales del TSE porque incumplen sus propios compromisos, incumplen el reglamento de las elecciones judiciales y acumulan mayores dificultades a un proceso electoral viciado por las determinaciones del Tribunal Constitucional Plurinacional de fragmentar la votación.
En estas elecciones no habrá delegados de mesa de la sociedad civil que puedan hacer apelaciones frente a irregularidades en la votación. El TSE no cuenta con un reglamento acerca de las observaciones registradas en actas, lo cual posibilita legalizar actos fraudulentos en las mismas mesas electorales.
Todas estas razones me convencen de la necesidad de votar nulo y poder enmendar estos vicios generalizados.