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Sin letra chica | 03/09/2023

El problema es que “son la misma mierda”

Carlos federico Valverde Bravo
Carlos federico Valverde Bravo
Crisis económica, energética, política, de salud, delictiva, de narcotráfico; feminicidios, violaciones, bloqueos de caminos por todo y por nada, daño al medio ambiente, sobornos en el fútbol. Podríamos seguir, el país es un polvorín y están dispuestos a hacer saltar si acaso se ven perdidos o acorralados por el enemigo político.

Ah, por si alguien no “capta” de a quiénes nos referimos, estamos hablando del masismo en sus dos tendencias, que definitivamente rompieron lanzas y su “recomposición” sólo se va a dar cuando una de ellas aplaste a la otra; personalmente creo que Luis Arce lo va a lograr, no por liderazgo o pasión, que no tiene, sino por dinero. Con los créditos y obras salen los diezmos, o 15% y hasta 20%, para mantener y sostener la política clientelar y mantener a guerreros digitales.

Y no nos digan que no hay plata porque para esos temas, sí hay; en los últimos dos meses el Parlamento ha aprobado un sinfín de créditos “para hacer tinglados, puentes y enlosetados”; antes trajeron combustibles en mayor precio del de mercado. Eso sin contar la pésima calidad del diésel que se convertirá en poco tiempo en un motivo de veto, por parte de Perú, para los camiones nacionales que van a ese país.

Pero como son raros corredores de bolsa (no confundir con las carreras de “embolsaus”, que se hacen en las fiestas patronales en el oriente), salieron a comprar gas en el doble del precio de su compra regular y nos quieren hacer creer que ese es un acierto, cuando lo correcto era pagar a futuro para recogerlo cuando el precio sea más conveniente, pero así estamos.

Y estamos en crisis energética, porque desde el gobierno de Evo Morales (en esto comparte responsabilidades con Arce, entonces ministro de Economía) “el gas se hizo gas”. Dice con razón Gonzalo Chávez ello ocurrió por “falta de inversiones en exploración” y por la incapacidad del gobierno (“de ambos dos”) para salir del modelo económico al que solo mantiene el discurso. El Presidente reconoce que “se tocó fondo”, aunque después haya salido “como caballo criau con maíz, que se asusta de sus propios pedos” a aclarar el tema en conferencia de prensa, en la que también habló de la “baja inflación” que vive el país.

“No se refirió el Presidente a algo que es mucho más evidente, que estamos en un momento de estancamiento económico muy peligroso; Asoban comunicó a principios de año que la mora en el sistema financiero caía al nivel más bajo de su historia, situación que se mantenía en abril, en el informe de primer cuatrimestre del 2023, cuando se explicó que “la banca registra un incremento en la mora y una caída en depósitos, al primer cuatrimestre de 2023”.

No se refirió el Presidente a algo que es mucho más evidente, el aumento de la mora y la caída de los depósitos. El informe del segundo cuatrimestre aún no se publicó, pero nada indica que la situación haya mejorado.

Sobre los dólares, las autoridades argumentan que hay menos demanda de dólares, pero sin acertar a explicar por qué no se pueden abrir cuentas en dólares en la banca nacional y cuál la razón de que no se puedan comprar dólares en el mercado oficial, salvo en cantidades pequeñas, ínfimas para el comercio y, sobre todo, cuál la razón de las comisiones impuestas a las importaciones y que hacen que la divisa norteamericana termine en valores cercanos a los 7,29 bolivianos y no al precio oficial, que es de 6,96, aunque el propio banco estatal paga por encima de la cifra indicada. 

Jaime Dunn asegura que la “estabilidad” asegurada por el presidente del BCB “no es muy cierta” porque los dólares siguen faltando en el mercado y “no que no se puede decir que hay una estabilidad con un tipo de cambio paralelo que es más alto”. 

En el tema del narcotráfico, la crisis se arrastra desde el gobierno de Morales, pero nada se parece a la polémica que generó Sebastián Marset, que se pavoneó en el país como Evo por el Chapare, como el juego del pato enterrau (que ya no se juega), es decir con los ojos vendados y un palo para acertarle al ave de corral; estos no pillan a Marset hace un mes.

Ahora el gobierno salió a responsabilizar al Chapare de tener la mayor cantidad de pozas de maceración y laboratorios de cocaína cuando, desde el poder mismo, jamás se explicó por qué se permitió que se eleve en más de 10.000 hectáreas la siembra legal de coca en el país, gran parte de ella en Chapare, si se sabe que esa coca no va al acullico (“Coca, territorio, poder y cocaína”, Carlos federico Valverde Bravo, 2015). 

El ministro Eduardo Del Castillo no atina a explicar qué cargamento envió Marset al exterior y hacia dónde salió, o cómo entran unas 200 toneladas de pasta base peruana para ser cristalizadas en el Chapare o el oriente; cómo se rebasan los controles y cómo hacen los precursores para llegar por miles de tambores de éter, acetona, diésel y cemento a esas factorías que se siguen “encontrando” vacías y sin droga ni operarios, dando la impresión, repito, de haber sido “entregadas” al gobierno por los propios narcos para que parezca que están trabajando.

Pero además se registran violaciones a la ley 1333 de Medio Ambiente; incumplimiento de las autonomías departamentales, municipales e indígenas; invasión a áreas protegidas como Tariquía, Güenda-Urubó, Chiquitania, lagos Poopó y Titicaca; presencia de mercurio en los ríos, etc. Todo esto también es una crisis porque lleva a un peligroso desafío del ministro Edgar Montaño, que puso un plazo de 10 días para entrarse a Güenda-Urubó mientras traslada gente a bloquear caminos con la promesa de construir una carretera de 100 metros de ancho, incluido en derecho de vía. Nos quiere hacer creer que eso es lo mismo que un camino rústico.

Y, finalmente no podemos no referirnos a los bloqueos convocados por el evismo, cuyo líder también parece caballo criau con maíz, que se asustó de lo que se diga de él y llamó a evitar bloqueos, aunque los solivianta por debajo para mostrar una fuerza que no tiene.

Reitero, Morales tiene las de perder, el aparato del Estado está al servicio de Arce, que “se hace el que no piensa” en candidaturas cuando más bien simplemente confirma sus intenciones con la parafernalia política que desató en todo el país. Nada de lo que se hace es producto de la causalidad, la CSUTCB está dividida porque el gobierno la convirtió una vez más en filial política igual que lo que se hizo con el sistema judicial, cuyo corolario, si Morales llega cerca de la primarias con alguna posibilidad, podría ser su inhabilitación legal.

Gary Antonio Rodríguez se pregunta: “¿De qué privilegios goza la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia? ¿Es que acaso los campesinos valen más que los citadinos? ¿Acaso no dice la Constitución y las leyes que todos somos iguales a los ojos de ellas?”. Me permito recordarle a mi querido amigo que su razonamiento no coincide con las intenciones del poder de Arce: el gobierno va por todo, así tengan que hacer tiras al país.

“Son la misma mierda”, dijo hace muchos años Adriana Gil. Se me antoja que la frase viene bien para los dos bandos en pugna, ¿no?

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