La presidenta de Mexico, Claudia Sheinbaum, tomó posesión el pasado mes de octubre luego de una rutilante victoria en las urnas, lo que le ha permitido además el control del Poder Legislativo. La presidenta convocó al empresariado de su país para exponer el pasado 13 de enero un interesante y ambicioso plan para incrementar y atraer inversiones a su país. Recordemos que México tuvo un PIB el año 2023 de 1.789 billones de dólares.
El “Plan México”, como lo denominó la propia presidenta, tiene como finalidad atraer más inversiones privadas, para lo cual el gobierno de Sheinbaum emitirá normas con incentivos tributarios y otorgará programas de financiamiento. El plan es ambicioso, aspira contar con 277.000 millones en inversión en los siguientes seis años, el mismo período de duración del mandato de Claudia Sheinbaum. La Constitución Mexicana prohíbe la reelección.
En su exposición, frente a un nutrido auditorio compuesto por representantes de todos los gremios empresariales, la presidenta mexicana dijo que uno de los principales objetivos del Plan México es lograr –en seis años– que su país se encuentre entre las 10 primeras economías del mundo (hoy ocupa el puesto 13) , generar 1,5 millones de empleos, capacitar a personal técnico (150.000 por año) y dar acceso a fuentes de financiamiento a pequeñas y medianas empresas. El gobierno de la primera mujer que gobierna México en toda su historia aprobó un decreto por el cual se crean incentivos tributarios de 30.000 millones destinado a favorecer empresas que inviertan en innovación.
La presidenta también estuvo en Davos el pasado 26 de enero, en el Foro Económico Mundial que se llevó a cabo en la ciudad suiza. Sheinbaum explicó con detalle el Plan México, mientras que funcionarios de su gobierno sostenían reuniones con representantes de empresas multinacionales a fin de explicar a detalle los beneficios del plan buscando atraer el interés de los inversionistas. Los especialistas consideran que otro de los principales objetivos del plan es reducir las importaciones que provienen de Asia a fin de incrementar la producción nacional. En efecto, México importa miles de productos de los países asiáticos, especialmente de China.
Frente a una iniciativa tan relevante los analistas económicos vienen manifestando diversos criterios. Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics para América Latina sostuvo que la economía mexicana debe crecer a una tasa superior al 5% en los próximos seis años, lo que a su criterio es una meta difícil de alcanzar (para este año 2025 se prevé un 3% según el Ministerio de Hacienda) y anota que la nueva visión proteccionista de Estados Unidos a la cabeza de Donald Trump es otro factor de riesgo para las metas que busca el Plan México.
Rodrigo Aliphat, director de División de Estudios sobre Desarrollo (CIDE) dijo que México optó durante años por políticas de integración económica con Norteamérica (EEUU y Canadá) pero abrió las puertas a las importaciones asiáticas, perjudicando así al empresariado mexicano. Este analista apunta a que el plan de la presidenta Sheinbaum busca precisamente sustituir importaciones y reconstruir cadenas productivas con socios empresariales de EEUU y Canadá. Por año, México exporta más de 450.000 millones de dólares en productos hacia Estados Unidos, lo que representa más de una tercera parte del PIB.
No debe perderse de vista que México tiene una economía interdependiente con sus vecinos, especialmente con la de Estados Unidos, la primera economía mundial, cuyo presidente se encuentra en plena disputa comercial con China, Canadá y el propio México. De hecho, el presidente Trump cumplió su advertencia en sentido de elevar los aranceles de importación de productos provenientes de esos países (10% más para China y 25% más para México y Canadá, aunque luego dejó en suspenso la decisión con sus vecinos). De ahí que el Plan México bien podría haber sido diseñado por el gobierno de Sheinbaum para hacer precisamente frente a las dificultades económicas que se presentarán en su país a consecuencia de las iniciativas de Washington que presagian más sobresaltos para la economía regional y mundial.
Corresponde destacar el plan que ha trazado el gobierno mexicano tanto para sustituir importaciones que vienen en gran cantidad de la China y otros países asiáticos como la alianza que propone al empresariado mexicano que va desde el gran empresariado (Carlos Slim, Ricardo Salinas y Germán Larrea entre los más relevantes), pero que incluye también a las medianas y pequeñas empresas) que ya ha despertado simpatías en un sector clave de la economía mexicana como es el del aporte privado.
Walker San Miguel es abogado.