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01/09/2022
Articulista Invitado

El fracaso de las instituciones en Chuquisaca

Carlos Armando Cardozo
Carlos Armando Cardozo

En medio de la tormenta desatada por la postergación, injustificada, del Censo 2022 para el año 2024, el departamento de Santa Cruz ha respondido a través de un Comité Institucional acerca de la viabilidad de realizar el mismo el siguiente año, el rol de expertos, profesionales, académicos y autoridades ha sido clave para establecer un frente en defensa de los intereses de la región.

El resto de regiones ha caído en el silencio cómplice de manera desarticulada, dando la sensación que el Censo es un problema eminentemente político entre Santa Cruz como último bastión de la oposición y el Centralismo del Movimiento al Socialismo.

Chuquisaca, mi región, tiene una doble responsabilidad para iniciar su propia defensa por los intereses regionales, la primera, que consiste en la pronta realización del Censo 2023 y la segunda mirar su reflejo tal cual se presenta, con todas sus fallas, el acumulado de malas políticas, de los mismos errores que una fila de autoridades repitieron a pesar de llegar al mismo callejón sin salida, el subdesarrollo.

El problema radica que no se tienen autoridades interesadas en los más mínimo por el Censo, están acostumbradas a hacer políticas públicas basados precisamente en intereses políticos, sin datos estadísticos que los guíen en la priorización de gasto público. Chuquisaca es presa de sus instituciones, cooptadas por la misma clase de políticos que sueñan despiertos, fantasean que estos no correrán con la misma suerte de sus predecesores, que triunfaran allá donde los demás fracasaron. El problema es que mantienen las mismas mañas a la hora de administrar los fondos públicos: incremento de la burocracia, proyectos inviables e insostenibles, incremento de las subvenciones, adicción a los recursos provenientes de la explotación de recursos naturales: hidrocarburos y minerales.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) nos regalo un folleto el pasado 24 de mayo, casualmente un día antes de la celebración del Primer Grito Libertario de América. Este folleto titulado “Chuquisaca en cifras 2022” probablemente no capto la atención de autoridades como el alcalde del municipio de Sucre, Enrique Leaños, o el gobernador del departamento de Chuquisaca, Damián Condori. Uno perdido en la lambisconería partidaria y el otro relamiéndose luego de conocerse el último factor de distribución del pozo Margarita – Huacaya.

Parece ser que están conscientes que el departamento de Chuquisaca (área urbana) más de 1/3 (44,7%) de la población esta “ocupada”, un termino ambiguo que no distingue entre empleo formal e informal, en los sectores de Comercio y Otras Actividades, nuevamente una forma muy elegante de decir Administración Pública o Burocracia. Es decir, aproximadamente 82.570 trabajadores.

Aclaro que esta no es una deducción personal, páginas abajo, revisando la tabla del Producto Interno Bruto por Actividad oh sorpresa, el Servicio de Administración Pública representa el 25,24% del PIB 2021. Las 2da y 3ra actividad económica que contribuyen a la economía regional son la Agricultura, Silvicultura, Caza y Pesca (17,25%) y Extracción de Minas y Canteras (17,22%). Haciendo algunas aclaraciones por ejemplo en el caso de la Agricultura, esta se limita a una simple actividad de supervivencia, sin ningún tipo de orientación de mercado, con métodos tradicionales y una productividad que simplemente permite aspirar a la venta de excedentes si es que acaso se pueden rescatar para los mercados locales. Ahora en relación al sector Extractivista, la minería en el departamento se desarrolla a la sombra de la débil institucionalidad departamental y municipal que no atinan a controlar las explotaciones ilegales, en resumen, se declaran solo un ínfimo porcentaje de los volúmenes efectivamente extraídos. La explotación de hidrocarburos al ser competencia nacional, depende de los factores de distribución y políticas centralizadas en YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos, básicamente somos simples espectadores de como se dispone el subsuelo de la región. En total estamos hablando de casi 2/3 de la actividad económica se mueve entre la burocracia, el obsoleto sistema de producción del área rural y la sobre explotación de recursos no renovables decidida desde el Centralismo.

Eso arroja un PIB Nominal Departamental de 2.130 millones de dólares americanos de los cuales tan solo el 4,44% corresponde a exportaciones tradicionales y no tradicionales, sin embargo, hilando más fino los únicos 2 sectores no tradicionales relevantes consisten en la exportación de cascos sin forma para sombreros (campanas de sombrero) y el orégano que representan el 0,57% del total del PIB de Chuquisaca, prácticamente nada.

Como no preocuparse que las principales autoridades y políticos de ambos lados ignoren la terrible situación en la que se encuentra el departamento y se den el lujo de ignorar la importancia del Censo. Una región que a la fecha (2020) no ha resuelto el tema del agua, acceso por cañería (57,5%) y el alcantarillado (59,0%) es un verdadero insulto al sentido común. No es una casualidad que los chuquisaqueños migren con mayor incidencia que en otras regiones, si las instituciones encargadas de garantizar el mínimo de condiciones de vida no hacen su trabajo y solo atinan a estirar la mano al Centralismo, la señal es clara:

Queridos conciudadanos, la salida es por allá. Que el último en salir apague las luces.  Los que decidan quedarse, acostúmbrese a la carroña institucional para sobrevivir, ese es su destino más allá del Bicentenario.

Carlos Armando Cardozo Lozada, economista, Máster en Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, Especialidad en Gestión del Riesgo de Desastres y Adaptación al Cambio Climático, presidente de Fundación Lozanía



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