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Emergencias y esperanzas | 08/08/2025

El falso debate entre República y Estado Plurinacional

Manuel Morales Álvarez
Manuel Morales Álvarez

El año 2009, el 7 de febrero, el gobierno de Evo Morales ejecutó una manipulación en torno al lanzamiento del Estado Plurinacional como identidad del nivel central de gobierno (marca gubernamental) con la intención de construir un proceso hegemónico a largo plazo.

Ese día, el entonces Presidente, junto a sus ministros, firmó el Decreto Supremo 29894 dando nacimiento a un limitado “Estado Plurinacional”, sacando ventaja de la aprobación del texto constitucional en el Referendo Constitucional del domingo 25 de enero de 2009, después de varios fracasos previos (el 4 de mayo de 2008 y el 7 de diciembre de 2008) y de un tormentoso proceso postconstituyente.

El texto constitucional de la Asamblea Constituyente, con sus informes por mayoría y minoría, no logró ser aprobado en Sucre (La Calancha) ni en Oruro por no contar con la regla de oro de los 2/3 (mayoría cualificada). Al MAS le salió muy mal la Asamblea Constituyente.

El primer error fue la convocatoria, en la que se establecía la elección de tres constituyentes por circunscripción y la aprobación del nuevo texto constitución por 2/3. Eso significaba que el MAS tenía que ganar en todas las circunscripciones constitucionales, de manera que debía llevarse tres de tres constituyentes, o dos de tres constituyentes. Sin embargo, hubo circunscripciones donde el MAS perdió y sólo saco un constituyente.

Ese garrafal “error de cálculo” fue de Álvaro García Linera, y se vio plasmado en la Ley de convocatoria al ente constituyente. Por eso fueron tan angustiantes para el gobierno los años 2006, 2007 y 2008, sin tener un nuevo texto constitucional aprobado mayoritariamente y con base legal.

Cuando se buscó una salida política, el gobierno decidió sepultar al órgano constituyente y se comenzó a negociar el texto en el Parlamento, a través de la Comisión multipartidaria, formada por Podemos, UN y el MAS. Se modificaron más de 100 artículos y se construyó un texto hibrido que fue llevado a referendo.

En la nueva Constitución, en el artículo 1 se define el modelo del Estado a partir de 12 categorías: unitario, social, de derecho, plurinacional, comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. No se menciona la existencia de forma explícita y en solitario del “Estado Plurinacional”.

El hibridismo constitucional es tan alto en el texto de la nueva Constitución, que el gobierno de Evo Morales tuvo que tomar la decisión de simplificar y buscar el nombre del gobierno central que más le conviniera para sacar partido a la situación. Es decir, se podía dar nacimiento, ese 7 de febrero de 2009, al “Estado Comunitario”, como al “Estado Autonómico”, etcétera, según mayor conveniencia.

Para el caso que se analiza, la decisión de “plurinacional” contenía una gran potencia. Por una parte, se asumía lo plural con la presencia de lo indígena múltiple y variado, dándole una identidad de mucha fuerza y posibilidades hegemónicas.

Tan interesante fue la fuerza del nombre “plurinacional”, que cuando Jeanine Añez llega al gobierno decide darle continuidad y mantener la “marca gubernamental” por casi todo un año, con una línea gráfica que incluye los colores de la whipala y de Bandera de Bolivia.

Hoy en día, la marca gubernamental de Estado Plurinacional se cae a pedazos por la crisis terminal del modelo del MAS, pero también por el hibridismo constitucional y la fuerza de la realidad.

Así, hoy celebramos el Bicentenario, los 200 años de fundación de la República, más no del Estado Plurinacional, que para los radicales fundamentalistas del masismo tenía la función de opacar y sobreponerse a todo vestigio de República, de Nación o de país.

Ahora bien, ¿qué viene?

Corresponde al nuevo gobierno decidir la marca gubernamental que asumirá:  mantener el Estado Plurinacional, tal cual está, o buscar otra alternativa concordante con el artículo 1 de la CPE.

En este contexto, “restituir la República” es absurdo, porque ella sigue vigente en la estructura del poder y del Estado. Nunca “se fue”, nunca estuvo ausente.

Convocar a un referendo para ser República y dejar de ser Estado Plurinacional, como dijo un candidato presidencial, es un extravió mayor.

En todo caso, vamos a observar que hace el nuevo gobierno sobre este tema y nos volveremos a pronunciar.

Manuel Morales Alvarez es investigador.



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