cerrarIMG-20250923-WA0008IMG-20250923-WA0008
BEC_ZAS_1000x155px
BEC_ZAS_1000x155px
Brujula Digital BancoSol PDF 1000x155px
Brujula Digital BancoSol PDF 1000x155px
Diario vagabundo | 23/10/2025

Carta a Rodrigo

Hugo José Suárez
Hugo José Suárez

En noviembre del 2020 felicité a Luis Arce por su victoria electoral. Hoy hago lo propio contigo, Rodrigo.

Considero que tu victoria es un logro en muchas direcciones. Por un lado, porque el proceso electoral fue sensatamente limpio, elecciones justas, competidas, demostrando la vocación democrática del país. Por otro lado, porque dejaste atrás dos caras de la misma medalla: el la Humanidad que nos hizo tanto daño y nos llevó a la crisis en la cual nos encontramos, y al tutismo que es el lado B del mismo álbum, igual de radical, dogmático, autoritario y torpe.

Entre ambos, encuentro más similitudes que diferencias, pero está claro que no hay país viable sin ellos, y que representan una importante parte de la nación. Serás Presidente de todos, no de un grupo. Tendrás que negociar, ceder, convencer, incluir, llegar a acuerdos; en suma: hacer política.

Supe de ti cuando éramos niños. De un lado estabas tú y tu hermano Jaime, hijos de uno de los líderes del MIR; y, del otro, estábamos mi hermana Patricia, yo y varios otros niños, hijos de los mártires del MIR. Éramos una misma generación que vivía la política en la casa. En algunos momentos teníamos las mismas pesadillas y los mismos sueños. Supe que llegaste al colegio San Ignacio, uno par de años más arriba que yo. De ahí te perdí de vista, sólo te vi en el espacio público.

Hoy te toca una responsabilidad mayor. Sin duda, muchas decisiones llegarán a tu escritorio. Sumo la lista de deseos.

El evismo-masismo destrozó la democracia y sus principales íconos. Borró la historia o la deformó hasta el límite de la vergüenza. Ninguneó a quienes permitieron su paso, quienes les abrieron el camino. Me dicen, por ejemplo, que en la Casa Grande del Pueblo –muestra del peor sueño faraónico de Evo– no hay ni una referencia a los Mártires por la Democracia del 15 de enero de 1981. El 10 de octubre de 1982, fecha de la recuperación democrática, que abrió el camino a lo que vivimos las décadas siguientes, es un día más en el calendario, pasa desapercibido.

Otro ejemplo. De las decenas de notables libros de la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia –acaso el proyecto cultural más lúcido del gobierno anterior–, la recuperación democrática es el tema menos abordado, el más tímido, casi ausente, acaso insinuado.

Toca volver a poner la historia democrática, su recuperación y su reconstrucción en la agenda pública e intelectual.

Un par de años atrás fuimos con mi hermana y mis hijas a la casa de la calle Harrington en La Paz, ahí donde torturaron y mataron en 1981 a mi padre Luis Suárez Guzmán y a siete compañeros más, militantes del MIR. La construcción en ruinas estaba a la venta. Yo nunca había entrado al lugar porque viví mucho tiempo fuera del país. Dijimos que teníamos interés en comprarla –obviamente no era cierto– para poder entrar.

Mientras recorría cuarto por cuarto, recordando los episodios tantas veces contados, los gritos, el miedo, los golpes, la sangre, me daba rabia que aquel edificio, que debiera ser un museo, un centro cultural, un lugar de memoria, se lo ofreciera como un terreno más para cualquier uso. Cómo no tener plata para comprarlo y hacer el Museo de la Democracia, o algo similar. Ignoro cuál fue el destino de ese inmueble. Ojalá estemos a tiempo, antes de que se convierta en un depósito o en un mercado.

El anterior 15 de enero tuve la fortuna de vivirlo en La Paz. Fuimos al Cementerio General, a la tumba de los ocho mártires. Mientras nos abrazábamos con mi hermano de tantas luchas, Antonio Araníbar Arze, me decía entre lágrimas y con voz cortada: el 15 de enero debería ser declarado el Día de la lucha por la democracia, y el 10 de octubre el Día de la recuperación democrática. Nada más cierto.

Escucha esas voces, Rodrigo. Toca recomponer la política, devolverle un sentido digno. Hay que recuperar la democracia que soñó la generación que nos antecedió, y por la cual muchos dejaron su vida en el camino. Nada fuera de la democracia; gobierna con la democracia como pilar. Nunca lo olvides: somos enanos montados en hombros de gigantes. Escucha a los mártires, honra su memoria, escucha a tu tío Néstor Paz, y actúa en consecuencia.

Te deseo lo mejor.

Hugo José Suárez es sociólogo e investigador de la UNAM. 



BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
Recurso 4
Recurso 4
ArteRankingMerco2025-300x300
ArteRankingMerco2025-300x300