La Paz, 27 de diciembre de 2024
Visión Sostenible|26|12|24|
Una Inteligencia Artificial (IA) para encender las luces de la casa, otra para analizar los resultados de una tomografía, una más que conduzca el auto y otra que reconozca nuestros rostros al llegar al trabajo.
El avance de la IA en los últimos años ha sido un vertiginoso camino, con nuevas aplicaciones y usos, aunque muchas de esas tienen años de desarrollo.
“La IA está presente en muchos aspectos de nuestra vida, algunos como los asistentes virtuales y robots de limpieza, más evidentes que otros”, explica el director de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Marcelo Pacheco.
El ingeniero de sistemas menciona cinco áreas de fuerte impacto, gracias a la IA:
Pacheco señala que, por ejemplo, la IA ya se encuentra integrada en numerosos dispositivos y aplicaciones de domótica, los cuales realizan tareas simples dentro del hogar y pueden ser controlados remotamente, tareas como encender las luces, iniciar ciclos de lavado, calentar comida, entre otras.
Según un estudio de la consultora Nielsen, el 24 % de los hogares en Estados Unidos cuentan con un altavoz inteligente. Estos asistentes, que utilizan el procesamiento de lenguajes naturales (PLN) para interpretar las órdenes por voz y responder a ellas, te permiten reproducir música con una orden, te recuerdan que tires la basura o que les leas a tus hijos un cuento de buenas noches, además pueden conectarse a otros dispositivos como:
La IA también es utilizada en las oficinas en varias tareas, las cuales van desde el control de asistencia hasta el análisis de datos y traducciones.
Los chatbots forman parte de estas herramientas y se utilizan para ayudar a miles de clientes de todo tipo de sectores a obtener respuesta a sencillas preguntas de soporte técnico o ayuda. Los bots utilizan la IA para ayudar a los clientes a buscar datos, pero también ofrecen ventajas, ya que pueden guardar los datos de uso de los clientes y ofrecer productos en función de sus necesidades específicas.
Otras herramientas son:
La industria del entretenimiento es una de las primeras en integrar el uso de la IA en sus procesos, desde los primeros juegos de ajedrez automatizados en los años 70 hasta las complejas simulaciones de la realidad virtual o el “revivir” a actores fallecidos mediante gráficos generados por computadora.
Además, la inteligencia artificial de servicios como Spotify y Alexa aprenden los diversos gustos y preferencias musicales de los usuarios de estas plataformas para desarrollar mejores listas de reproducción. Datos como la duración de una canción, el tono o el género ayudan a estas plataformas a sugerir canciones y artistas similares a sus usuarios.
La IA también puede ser aplicada en:
Tanto en el diagnóstico como en las pruebas y cirugías, el poder de la inteligencia artificial se abre paso en hospitales y centros de investigación, ofreciendo numerosas ventajas sobre otras tecnologías y facilitando tareas repetitivas o demasiado complejas.
En otros países de la región se evidencian experiencias exitosas del uso de la Inteligencia Artificial (IA) para reforzar el trabajo de los médicos. Por ejemplo, algunos hospitales utilizan tablets con algoritmos. Basta colocar los datos del paciente para que la Inteligencia Artificial los relacione con casos atendidos y, en cuestión de segundos, de opciones terapéuticas y tratamientos.
Otros de los usos que se les puede dar son:
Uno de los campos más emocionantes en los que la IA participa es en la conducción autónoma de vehículos, una tecnología que si bien continúa en desarrollo, promete revolucionar el mercado automotriz y el transporte de pasajeros y mercancías.
La conducción autónoma es el uso de sistemas informáticos avanzados para controlar un vehículo sin intervención humana. Mediante sensores, cámaras e inteligencia artificial, estos vehículos interpretan su entorno, toman decisiones en fracciones de segundo y conducen con seguridad.
Por otra parte, la IA también se utiliza para:
Ética de la IA
A pesar de estos avances, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, alertó de las expectativas que la inteligencia artificial ha generado, pero subrayó también que se trata, en muchos sentidos, de un terreno desconocido.
“La industria financiera estima que podría contribuir entre 10 y 15 billones de dólares a la economía mundial para 2030. Casi todos los gobiernos, grandes empresas y organizaciones del mundo están trabajando en una estrategia de inteligencia artificial, pero ni sus propios diseñadores tienen idea de adónde puede conducir su sorprendente avance tecnológico”, recalcó.
En este sentido, exhortó a estudiar cuidadosamente sus implicaciones en áreas tan importantes como los tres pilares de la ONU: el desarrollo, los derechos humanos y la paz y seguridad.
Por ello, conminó a actuar con celeridad con respecto a la regulación de esta tecnología.
“La inteligencia artificial tiene un enorme potencial para el bien y el mal a gran escala. Sus propios creadores han advertido que se avecinan peligros mucho mayores, potencialmente catastróficos y existenciales”, dijo aludiendo la autonomía que pueden tener algunas herramientas o armas operadas con esa tecnología.
“Si no actuamos para abordar estos riesgos, estamos olvidando nuestras responsabilidades para con las generaciones presentes y futuras”, enfatizó.