Brújula Digital|14|11|24|
Ricardo Paz Ballivián
Este martes 5 de noviembre están convocados a las urnas los ciudadanos estadounidenses para elegir al próximo presidente y vicepresidente, a 34 senadores, a 435 representantes (diputados), 11 gobernadores, 5.800 legisladores estatales, 371 alcaldes y miles de concejales, consejeros escolares, administradores de bibliotecas, alguaciles e incluso administradores de perreras. También, en algunos Estados y/o ciudades se realizarán decenas de referendos. La democracia en Estados Unidos es radicalmente representativa y le da una importancia casi divina al voto. Sin embargo, no hay duda que lo que más ha llamado la atención y ocupado el interés de la mayoría, dentro y fuera de Estados Unidos, es la reñida elección presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris. Al respecto algunos puntos clave y un pronóstico:
1. En las elecciones de 2020 se produjo la mayor participación histórica en Estados Unidos con el 66,3%. Parece que en 2024 se volverá a romper el récord. El voto anticipado, que se puede ejercer personalmente o por correo hasta este domingo 3 de noviembre, se acerca a los 70 millones, un 45% de la participación de las elecciones anteriores. Las encuestas y los análisis al respecto dicen que los republicanos llevan una leve ventaja en el voto presencial y que los demócratas son mayoría en el voto por correo; lo sabremos cuando se computen los votos, mientras seguimos en el ámbito de la especulación.
2. Como es sabido, el próximo presidente de los Estados Unidos podría no ser el que obtenga la mayoría de los 260 millones de electores. No sería la primera vez, ya que en 2000, George W. Busch obtuvo el 48% de los votos y en 2016, Trump logró el 46%, pero ambos ganaron en el colegio electoral. El colegio electoral lo conforman 538 delegados y gana la presidencia quién logra el apoyo de 270 de ellos.
3. En la mayoría de los Estados, la elección parecería estar definida. Según la mayoría de encuestas y analistas, Kamala Harris es probable que gane en 22 de ellos, mientras que Trump tiene la mejor probabilidad en 23. Si esto fuera así, el voto de 445 de los delegados ante el colegio electoral estaría claro.
4. Como se ve, son siete Estados, con 93 delegados en total, cuyo resultado no parece fácil de predecir y definirán quién resulte ganador: Nevada, Arizona Michigan, Pensilvania, Georgia, Wisconsin y Carolina del Norte son el terreno de mayor disputa. Si bien hay encuestas y predicciones de todo color y seriedad, haciendo un levantamiento objetivo de decenas de proyecciones, parece haber consenso en que será Pensilvania, con sus 19 delegados, los que dirán la última palabra.
5. Las dos ciudades principales de Pensilvania, Filadelfia y Pittsburgh, han sido escenario de la “madre de las batallas” entre republicanos y demócratas las últimas semanas, pero el destino de los estadounidenses (y en gran medida del mundo entero) podría estar en manos de un poco más de mil personas de la pequeña ciudad de Newtown, por aquello de que un voto puede definir Pensilvania y, ya lo dijimos, Pensilvania decidir la presidencia de Estados Unidos.
Para finalizar, debo decir una obviedad: esta elección está para cualquiera, pero con el riesgo de otras oportunidades (creo que en esto de predecir resultados de elecciones muy reñidas en los últimos 30 años, voy mitad y mitad con los aciertos), esta vez me juego por Kamala Harris. No sólo porque hacia ese lado están inclinados mi corazón y mi cabeza, sino porque confío en la sensatez de los electores de Newtown.
Ricardo Paz Ballivián es sociólogo y analista político.
@brjula.digital.bo