Considera “temerario” el DS 3973, promulgado en julio, y advierte “serias dudas sobre las motivaciones de los últimos asentamientos humanos en la zona amazónica que pretenden convertir zonas forestales en agrícolas sin razones éticas que los avalen”.
Brújula Digital|26|08|19|
La Iglesia Católica exigió el lunes al Gobierno la revocatoria del decreto supremo 3973, que autoriza el desmonte y quema de bosques en los departamentos de Beni y Santa Cruz, y la inmovilización de los bosques –en una cantidad de un millón de hectáreas– arrasados por el fuego en la Chiquitanía.
“Se deben revocar de inmediato las autorizaciones de desmontes y chaqueos (DS 3973 promulgado en julio de 2019) y, al mismo tiempo, hacer una auditoría técnica de las autorizaciones realizadas que permita sancionar legalmente a los responsables de esta catástrofe amazónica”, señala el “Mensaje desde el Encuentro de Obispos con Pueblos y Comunidades Amazónicas de Bolivia”, de los Obispos de Bolivia, reunidos en Cochabamba.
Hasta el jueves 22 de agosto, el Gobierno oficializó que 774.711 hectáreas fueron arrasadas por el fuego en la Chiquitanía. El sábado la Gobernación de Santa Cruz que el número de hectáreas superó el millón.
Ante ello, la Iglesia Católica, indignada por la catástrofe de los incendios forestales en la Chuquitanía y el Chaco, señala: “Exigimos al gobierno nacional declarar las áreas de bosques afectados por el fuego como tierras de inmovilización, con pausa ecológica y absoluta prohibición de todo cultivo y extracción, promoviendo sólo actividades de reforestación”.
Los obispos consideran que el DS 3973 es “irresponsable” e “imprudente”, pues no se consideró que acarrearía desmontes ilegales. “Nos parece irresponsable por imprudente el decreto supremo N° 3973 del gobierno nacional, del mes de julio pasado, mediante el cual se autorizan las quemas ‘controladas’ de terrenos y el desmonte, pero no se articulan las medidas sobre las condiciones y mecanismos para el control efectivo de las mismas, lo cual favorece los chaqueos ilegales”.
Los obispos indicaron que el decreto “es temerario y evidencia el desconocimiento real de los fuertes vientos y de la sequía prolongada de esta estación en el oriente boliviano”, por cuyo efecto se hace difícil sofocar el fuego.
Además, dice la carta pastoral, “realmente nos quedan serias dudas sobre las motivaciones de los últimos asentamientos humanos en la zona amazónica que pretenden convertir zonas forestales en agrícolas sin razones éticas que los avalen”.
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