Se suman los desencuentros entre el presidente y el vicepresidente.
Brújula Digital|20|11|25|
A tiempo de anunciar que “el Ministerio de Justicia ha muerto”, la tarde de este jueves, el presidente Rodrigo Paz afirmó que en 12 días de gobierno “estamos generando señales claras de lo que vamos a hacer en economía; generando cambios institucionales que fueron estructurados (por los gobiernos del MAS) con visión política y no de servicio a la población”.
Pero, ¿qué ocurre en realidad, y a la vista de la gente, en este breve lapso desde la asunción de mando? Una revisión de noticias de las últimas semanas nos permite detectar algunos reveses y señales negativas entre el vicepresidente Edmand Lara y su gobierno. Todo parte, precisamente, de la serie de desencuentros y tensiones entre ambas autoridades
Se intensifica la pugna interna
Ya en la etapa proselitista se había detectado fricciones entre Paz y Lara y, tras una tregua para la segunda vuelta, estas reaparecieron con fuerza: Lara sugirió a Freddy Vidovic como ministro de Justicia; cuando este fue destituido, Paz quiso poner a Jorge García, pero desde la vicepresidencia le atribuyeron “un rosario de denuncias”. Este es solo uno de varios ejemplos de desencuentros que empezaron el día de la asunción, cuando Lara reclamó por el supuesto maltrato a su familia en los actos protocolares.
Según el analista Diego Ayo “aunque todos los dardos apuntan al vicepresidente, lo cierto es que hay un vacío de poder enorme que lo está llevando Rodrigo Paz solito, cambiando la agenda gubernamental”. En su criterio, lo que parecen mostrar las redes y algunos medios, no refleja necesariamente la realidad. “Frente a las cámaras, parece que Lara se está equivocando, pero no creo que sea así. Lo que pasa es que lo están dejando afuera. Detrás de Lara hay todo un sector que cualquier rato va a salir a las calles”, advirtió.
Y es que las idas y vueltas proliferan. ¿Otros ejemplos?: el vice exigió públicamente el cambio del alto mando policial, pidió participar en las reuniones de gabinete y, mediante sus colaboradores, que se anule el Viceministerio de Coordinación Legislativa, porque considera amenazada su principal función como presidente nato de la ALP y la lógica misión de coordinación desde el Ejecutivo.
Otro punto de vista tiene el analista Hernán Terrazas quien considera que “al parecer, el vicepresidente Lara recién se está familiarizando con el alcance de sus competencias, y ojalá en el corto plazo se dé cuente de dónde están los límites de su mandato”. Terrazas recomienda que Lara “debe concentrarse en sus funciones en el Legislativo y no preocuparse tanto en temas que tienen que ver con el funcionamiento del Ejecutivo”, que es atribución constitucional directa del primer mandatario
Las malas señales
Sea o no por estos percances entre las máximas autoridades del Estado, en medios y entre la población crece la percepción de que en 12 días no se hizo lo suficiente, sobre todo en cuanto a llenar las expectativas por ellos mismos generadas y cumplir sus principales ofertas.
BD/MZS