ANÁLISIS: Al parecer, en la Casa de Gobierno aún creen que achacarles a los gringos “la negativa de la reelección”, los libera los delitos y abusos y que la población se va a encolumnar tras de él y de quien se queje. (Carlos Valverde)
Ocho advertencias, ocho pronunciamientos; fueron países, instituciones, oenegés. Todos ellos coinciden que el Estado de Derecho en nuestro país está en riesgo; la UE aseguró que “Bolivia no se conduce a elecciones en condiciones justas y equilibradas”; el Departamento de Estado norteamericano se adhirió a la representación europea y Morales trató de usar lo de los norteamericanos en su favor y otra vez el cantito estuvo listo: “los gringos son el problema de todo”. Como si antes de ellos no hubiera habido siete opiniones; pero claro el diablo sabe a quién le sale… contra la UE, Morales no se atreve a berrear; aun los ve como “amigos” de los que puede servirse.
Al parecer, en la Casa de Gobierno aún creen que achacarles a los gringos “la negativa de la reelección”, los libera los delitos y abusos y que la población se va a encolumnar tras de él y de quien se queje. Pero hete aquí… nada parece amainar la creciente ola de protesta contra la ilegal, arbitraria y socapada (por medio de TCP y TSE) pretensión de empujar a Morales a ser candidato “pese a todo” y, de esa manera, la retórica antinorteamericana se diluye ante la molestia ciudadana.
Tuto Quiroga ha pedido a la CIDH que solicite una opinión a la Corte de San José sobre el supuesto derecho humano en el que parece sujetarse como único (aunque errado) argumento el poder boliviano para proseguir con sus planes de poder totalitario y le pidió al presidente Evo Morales que se sume a la solicitud de resolver el tema de una vez por todas, cosa que Morales no va a hacer, por supuesto, pero queda el antecedente que compromete a la CIDH, mientras las oeneges, encabezadas por Rubén Darío Cuéllar, acudieron a ese mismo organismo.
Por otra parte, el documento “Cuando los Jueces declaran inconstitucional la Constitución”, presentado hace unos días por los abogados españoles Roberto Viciano Pastor y Gabriel Moreno González, catedrático e investigador de derecho constitucional respectivamente en la Universidad de Valencia, dan razones y ánimo a todos los que estamos metidos en la argumentación jurídica, legal y democrática en el país para oponernos a la bárbara pretensión de Morales de hacerse del poder sine die (‘sin plazo o fecha determinados’).
Ante argumentos de derecho y constitucionales el poder no tiene salida; el problema es que el campo político interno aun le sigue favoreciendo a Morales, por estructura partidaria o por errores opositores, como aquel que lleva a algunos a debatir si “Morales entregaría el poder aun perdiendo”. ¡Por favor, ese no es tema de debate! Es un error debatir algo que no debe darse; Morales no puede ser candidato. Si el MAS aun discute el tema donde puede es porque sabe que su silencio es dar la razón a los que la tienen; por eso discute donde haya una voz en contrario a Morales; porque sienten que deben embarullar y si bien no convencen, tal vez sientan que al menos deben generar confusión.
Pese a lo legal y lo formal, parece nomás que las salidas al callejón se van a encontrar afuera; en el país, la cooptación de todos los poderes es muy poderosa, en el TSE, donde parece desenvolverse gran parte del problema, se da una nueva incongruencia: después de rechazar por unanimidad las pretendidas impugnaciones contra Morales para las elecciones primarias, se acaba de plantear, de parte de los vocales del TSE Antonio Costas y Dunia Sandoval, una sugerencia para suspender las elecciones primarias de 2019 porque representa un gasto insulso de recursos económicos públicos.
Este es el colmo del cinismo: suspender elecciones por el gasto y no por la ilegalidad… por eso es bueno seguir mirando nomás afuera.
Carlos Valverde es periodista.