Política | 03/09/2018 10:07
Diario chileno revela “minutas secretas” entre Bolivia y Chile sobre demanda marítima
Ocurrió en el primer gobierno de Piñera; exigía tratar el tema de manera reservada y que Bolivia no presente la demanda ante La Haya. Las opciones de salida al Pacífico no incluían soberanía.
Evo Morales y Sebastián Piñera en Lima, Perú en 2011. Foto: La Tercera
Brújula Digital|3|09|18
Representantes de los gobiernos de Bolivia y Chile sostuvieron cinco reuniones secretas en el último semestre de 2011, las que incluyeron la redacción de “minutas secretas” sobre la demanda marítima boliviana –antes de la presentación de la misma a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) – que no incluía soberanía en la salida al Pacífico, de acuerdo con un reportaje del diario chileno La Tercera: “Las minutas secretas del último esfuerzo entre (Sebastián) Piñera y Evo Morales por una salida al mar”.
“Hoy no está colocado el tema del corredor ni de la soberanía en la mesa, pero sí estamos disponibles para retomar una negociación que nos permita profundizar y perfeccionar los elementos que ya conoces y que han sido la base de las conversaciones entre nuestros presidentes y cancilleres”, le dijo Jorge Bunster –que representó a Chile en las negociaciones secretas y que fue nominado por el entonces canciller Alfredo Moreno– al exministro de Defensa, Walker San Miguel, luego cónsul general de Bolivia en Chile, en una primera reunión sostenida en Lima (Perú).
Bunster recuerda, en su informe, que “San Miguel se muestra disponible a este planteamiento. Entiende que hoy no hay espacio para una negociación con soberanía, pero que sí podemos hacer una negociación para que su país mejore la ‘cualidad marítima’”.
A menos de un mes después de la primera cita, Bunster y San Miguel volvieron a reunirse en secreto en un hotel de Buenos Aires (Argentina), donde “Walker se permitió señalar que hablaba directamente a nombre del Presidente Morales”, según el emisario chileno.
En su informe, Bunster, vuelve a insistir que la salida al mar no incluye soberanía: “Ellos (Bolivia) tienen claro que estamos hablando de un puerto útil para desarrollar un emprendimiento industrial que favorezca sus exportaciones de minerales, gas y otros. Y también tienen claro que no estamos hablando de un enclave con soberanía, sino de un terreno en el borde costero con una dimensión suficiente de acuerdo con el proyecto que busquen desarrollar”.
Lo más llamativo del segundo encuentro es que Bolivia habría anunciado levantar el veto a la venta de gas a Chile. “De manera muy entusiasta, San Miguel reconoce el interés que tiene el Presidente Morales en este proyecto. Fue particularmente explícito en hablar a nombre de él, diciendo que el Presidente (Carlos) Mesa cometió un profundo error al incorporar la prohibición de la venta de gas a Chile en el referéndum de 2004. Y, por lo mismo, el Presidente Morales está dispuesto a buscar los mecanismos legales que permitan eliminar ese veto”, señala en su minuta el emisario chileno.
En la tercera reunión de ambos representantes, después de visitar el terreno ofrecido por Chile al norte de Arica, Bunster y San Miguel mantuvieron una extensa conversación que quedó reflejada en una tercera minuta. “El gobierno de Bolivia ya asumió que lo que estamos visualizando como elementos para una negociación no consideran soberanía, ya sea por la vía de un corredor o enclave. Por eso hacen suyo este concepto de ‘solución de medio camino’”, señala Bunster.
En la cuarta reunión, efectuada en Calama (Chile), “Bolivia acepta el ofrecimiento de una zona portuaria en el sur (Mejillones u otro lugar) y se obliga a realizar en él un desarrollo industrial con sujeción a la legislación chilena”. Además, dice Bunster, “Bolivia ofrece levantar el veto para la venta de gas a Chile y propone que YPFB y Enap creen una comisión para realizar estudios y eventualmente acuerdos conjunto”.
Los emisarios presidenciales llegaron a Calama, dice Bunster, con una serie de documentos técnicos para intercambiar posiciones. Para entonces, la propuesta de Chile es “una solución intermedia” “con horizonte de soberanía”. Un punto que está lejos de la aspiración boliviana, pero a la que el gobierno de Morales se allanaba si es que se cumplían ciertos requisitos.
En la quinta y última reunión secreta, realizada en la ciudad de Santa Cruz, en el Hotel Los Tajibos, Bunster ve a San Miguel “muy presionado” y “claramente estaba incómodo”. Dice que San Miguel habría aceptado una salida al mar sin soberanía. “Nos encontramos con un San Miguel que minimizó lo ofertado, considerándolo muy poco significativo como para aspirar a ser ‘una solución de medio camino’ (…). Él señaló que su gobierno ha aceptado una negociación sin soberanía, pero sí esperan que Chile facilite los términos de una negociación de medio camino que sume varios elementos que le permitan conformar ‘buildin blocks’ armónicos con lo que es su aspiración máxima para algún momento del futuro: un corredor al norte de Arica con soberanía”, escribe el emisario chileno. A lo que San Miguel apuntaba, dice Bunster, era que Chile entregara el ferrocarril y la carretera en el entendido de que más adelante fueran parte de un corredor soberano.
Bunster considera que “era el fin de la negociación reservada” porque advertía a Piñera que “parece claro que los vientos internos en Bolivia van en la dirección de construir la demanda marítima. Muchos pueden constatar que ese camino es un gran error, pero ninguno se atreve a pagar el precio de oponerse”.
Fuentes diplomáticas chilenas afirman que el contenido de estas minutas solo era conocido por Piñera, Moreno y el subsecretario de Relaciones Exteriores de la época, Alfonso Silva, y han permanecido archivadas en Cancillería de Chile desde entonces.
Bunster, ingeniero comercial y empresario era uno de sus hombres de confianza en la Cancillería, al no ser diplomático de carrera, el gobierno de Chile podía desconocer en cualquier momento que se trataba de un representante oficial y señalar que se trataba de gestiones privadas.
Bolivia presentó en 2013 una demanda contra Chile ante la CIJ para que cumpla los ofrecimientos hechos a lo largo de la historia de negociar una salida soberana al Océano Pacífico, que le arrebató tras una invasión y guerra en 1879.