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Ventana Jurídica Internacional | 04/07/2024

Prevenir disputas en contratos de infraestructura con inteligencia artificial

Walker San Miguel
Walker San Miguel

La Inteligencia Artificial (IA), aquel sistema informático que reemplaza –o intenta reemplazar– a la inteligencia humana en campos como el aprendizaje, la memoria e incluso el razonamiento, se ha tornado en una herramienta eficaz para una serie de actividades empresariales, comerciales y profesionales. Como expondré a continuación, la tecnología provista de IA es útil para prevenir conflictos en la ejecución e interpretación de contratos de infraestructura o construcción.

La contratación para ejecución de obras se caracteriza por su complejidad, ya que deben definirse aspectos tales como los detalles de la ingeniería y los diseños, las etapas o hitos a lo largo del proceso constructivo y los pagos según planillas de avance. Una obra puede tener una marcada incidencia en ingeniería civil (autopista, puente, túnel, represa) o incluir equipamiento industrial (fábrica, planta de tratamiento de aguas servidas, complejo energético), en cualquier caso las especificaciones técnicas son vitales para conseguir el objetivo de desarrollar la obra hasta su conclusión.

Los proyectos de mayor envergadura y que requieren mayores recursos financieros son los que afronta el sector público, en ocasiones lo hace en asociación con empresas privadas. Puertos marítimos, aeropuertos, red de trenes subterráneos, ferrovías, plantas eléctricas, refinerías de petróleo y oleoductos son algunos ejemplos de esta clase de obras. Cada proyecto desemboca en un contrato que rige la relación entre las partes –contratante y contratista–.

Un contrato complejo requiere de supervisión hacia el contratista o ejecutor de las obras, de ahí que ese rol es asignado por el contratante a una empresa especializada a quien se denomina precisamente supervisor o supervisora y tiene a su cargo establecer el grado de cumplimiento de las especificaciones técnicas y otros requisitos a los que el contratista está obligado. La opinión de un supervisor de obra tiene obviamente efectos jurídicos.

La contratación de obras de infraestructura ha tenido un desarrollo jurídico cada vez más creciente, al punto que ha nacido una nueva rama jurídica denominada Derecho de la Construcción, encargada de regular el proceso constructivo desde la planificación y el diseño hasta la finalización de las obras. Entre los problemas más frecuentes se puede anotar los errores u omisiones en el diseño, malinterpretaciones del alcance, discrepancias en el cronograma, demoras en pagos, inadecuada administración de subcontratistas y proveedores. También se puede citar los defectos en calidad o acabados que generan discrepancias en la interpretación o ejecución de la documentación de un determinado proyecto, la falta de respuesta o respuesta tardía o incompleta a comunicaciones relevantes y la suspensión de trabajos por causa de fuerza mayor.

He mencionado en anteriores columnas que para resolver una controversia contractual existen dos vías: la vía judicial tradicional, en cuyo caso es la judicatura ordinaria que resolverá mediante sentencia el conflicto entre partes y la vía arbitral en la que un tribunal compuesto por árbitros asumirá conocimiento del litigio merced a una cláusula inserta en un contrato que compromete a las partes a someter cualquier disputa a un tribunal arbitral y no así a la judicatura. También mencioné que en los contratos de infraestructura se ha introducido la figura del DB (Dispute Board) o Comité de Resolución de Controversias como mecanismo previo al arbitraje

Un interesante mecanismo preventivo se ha introducido hace pocos años gracias a la IA en el campo de la ingeniería y la construcción, permitiendo a las partes y al propio Dispute Board anticiparse al escalamiento de una divergencia y resolverla en plena ejecución de un contrato, evitando su paralización. Un proceso judicial, lo sabemos, es largo y tedioso y el arbitraje es eficiente pero costoso. Es así que el BIM (Building Information Modelling) se ha erigido como la herramienta informática de gestión de proyectos que desde su aparición ha permitido integrar la información del diseño en un modelo inteligente que incluye costos y plazos, consolidándola con un alto nivel de detalle.

El BIM, asociado con la IA, permite generar transparencia hacia contratante y contratista y por supuesto hacia la supervisión de un proyecto. La IA mejora la productividad y eficiencia y puede reducir el tiempo de diseño y documentación hasta en un 30%. Los proyectos se completan más rápidamente, se cumplen los plazos sin esfuerzo y se reducen significativamente los costos. La dupla BIM - IA tiene además la virtud de generar soluciones de diseño, sistematiza la información histórica del proyecto y otorga criterios de rendimiento que antes eran inimaginables, además proporciona información en tiempo real y realiza análisis predictivos y de gestión de riesgos que reducen significativamente los retrasos en los proyectos constructivos y agilizan la toma de decisiones.

Al aprovechar los datos históricos de un determinado proyecto y el monitoreo en tiempo real, los equipos profesionales evitan obstáculos y por supuesto previenen los conflictos que se presentan durante la construcción. Un modelo BIM con IA refleja el levantamiento en 3D de todos los planos del proyecto; se le agrega una dimensión más o 4D al incorporar la información del cronograma, la 5D incorpora los costos o el presupuesto del proyecto y la 6D es el factor de gestión de la obra culminada; esta última dimensión sirve además para medir la vida útil de la construcción y los costos de mantenimiento. Resulta tan relevante el uso del BIM con IA que los ingenieros hablan de “BIMizar” los planos y dibujos de cada especialidad y los acabados para generar ahorros en tiempo en la recolección de información.

En suma, la conjunción entre la IA y el BIM ofrece una multitud de ventajas al mejorar significativamente la productividad e incrementar la precisión y las capacidades de toma de decisiones y constituye también la mejor herramienta para el escrutinio del proyecto, lo que por cierto tiene consecuencias jurídicas ya que facilita la negociación entre partes y la determinación asertiva de un Comité de Resolución de Controversias cuando éste vaya a informes vinculantes o recomendaciones. Prevenir es evitar litigios y el modelo BIM + IA permite a las partes, al supervisor o al comité tener una visión comprensiva y objetiva a tiempo de asumir conocimiento de una reclamación que anuncia ser controvertida. En todo caso hay que tener presente que la información incorporada al modelo informático potenciado con IA tendrá validez jurídica siempre y cuando sea regulado contractualmente.

Walker San Miguel es abogado.




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