En medio de mis dolores por un inesperado herpes zóster costal que se me presentó recientemente y que me tumbó en cama por varios días, me llegó por WhatsApp un artículo titulado “Modelo de desarrollo cruceño”. Sin tener a mano mis lentes, me pareció ver el nombre del reconocido economista Gonzalo Chávez, por lo que decidí hacer el esfuerzo de leerlo, aunque me llevé un chasco porque no se trataba del destacado profesional, sino, de otro Gonzalo. Luego del minuto que me demandó leerlo, decidí escribir sobre el tema, a la luz de los tiempos que vive el país.
Ahora que se sabe que el Producto Interno Bruto (PIB) boliviano creció 6,1% en la gestión 2021…¡me muero de ganas por saber cuánto creció Santa Cruz, el bastión económico de Bolivia! ¿Sabía Ud. que si no hubiera sido por la región cruceña -que decreció apenas 4,3% en 2020, el PIB boliviano no hubiera caído solo un 8,7% sino, más bien, un 11%? Ésa es la verdadera importancia que ha adquirido el exitoso modelo de desarrollo cruceño para nuestro país: Si a Santa Cruz le va bien, también le irá bien a Bolivia, porque la región “jala” el crecimiento nacional, por eso es que se escucha tanto aquello de que Santa Cruz es la locomotora económica del país.
La expectativa surge por el hecho de que en 2021, luego del aporte al PIB de los Servicios de la Administración Pública (19,77%), la Agropecuaria fue el segundo rubro de mayor contribución (14,4%) con la Industria Manufacturera (11,96%) dentro de la cual la agroindustria cruceña ocupa un lugar preponderante al igual que en la primera: y, ambos no dejaron de crecer en 2020, pese a la pandemia y cuarentena, así como también, el pasado año, con profundos efectos multiplicadores sobre la banca, el transporte, almacenaje, comercio, comunicaciones, energía y servicios conexos.
La importancia del exitoso modelo de desarrollo cruceño no se resume a los números, tiene una importancia cualitativa por la vasta generación de empleo y la producción de alimentos. ¿Sabía Ud. que en 2021 el sector soyero marcó un nuevo récord con 1.365 millones de dólares de exportación por 2,5 millones de toneladas? ¿Y que el sector ganadero aportó al país por la exportación de carne bovina y despojos comestibles, con 102 millones de dólares? Dos pequeños ejemplos, de lo generoso de este modelo que alimenta a millones en el exterior con los excedentes que quedan, luego de alimentar primeramente a millones de bolivianos.
La virtuosa combinación de 5 factores -tierra, trabajo, capital, tecnología e institucionalidad- fundamentados en 5 valores -libertad, individualidad, cooperativismo, libre competencia e integración al mundo- ha catapultado a la región cruceña a los primeros planos del quehacer nacional con una fuerte proyección internacional, como da cuenta el libro “Modelo de Desarrollo Cruceño: Factores y valores que explican su éxito”, libro publicado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y la Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa Cruz (SEGH-SC), mostrando las hazañas históricas, económicas y sociales sustentadas en el alma cruceña y el espíritu cruceño, con el bendecido aporte de los migrantes internos y externos que han hecho del Departamento el más poblado del país, como lo demostrará el próximo Censo 2022.
El desarrollo sostenible, la sostenibilidad ambiental y la inclusión social, son los fuertes del modelo cruceño y, para bien de Bolivia, la biotecnología ayudará a mejorar la productividad y competitividad de su base económica -agropecuaria, agroindustrial y agroexportadora- si bien el libro da cuenta que su PIB es ya el más diversificado del país, con un 50% de sector terciario.
Pasar del Memorándum de 1904 al Desafío del Siglo XXI -mejor educación, diversificación económica y salto tecnológico a la era digital- es ahora, la gran tarea.
Las descargas del libro “Modelo de Desarrollo Cruceño: Factores y valores que explican su éxito” superan ya las 350.000 veces. Si Ud. aún no lo hizo, descárguelo, vale la pena: www.ibce.org.bo
Gary Rodríguez es Economista y Magíster en Comercio Internacional