Bruějula Digital 1000px x 155px
Bruějula Digital 1000px x 155px
03/10/2020
Transiciones

Muchos muertos y pocos enfermos; las incoherencias del COVID 19 en Bolivia

Rodrigo Ayala
Rodrigo Ayala

El titular completo de este artículo podría ser: Muchos muertos y pocos enfermos en Bolivia, con la sola excepción de Tarija. En este último departamento, el titular tendría que ser el inverso: Pocos Muertos y Muchos Enfermos en Tarija, a diferencia del resto de Bolivia.

La escena de algún epidemiólogo en Nueva York o París, analizando los datos que proporciona el Ministerio de Salud de Bolivia, y agarrándose la cabeza sin lograr entenderlos es factible en la realidad. ¿Cómo es posible que un lugar que concentra un 5% de la población de determinado país, tenga el 66% de la totalidad de sus infectados por COVID 19? Eso ocurrió el pasado 30 de octubre; de los 670 casos positivos de los que informó el Reporte Epidemiológico Nacional N. 199, 466 se ubican en el departamento del sur.

Pero no se trata de un error ni de una anomalía aislada. Si analizamos los datos que va proporcionando desde hace un tiempo el ministerio, se llega a la conclusión de que mientras la pandemia tiende a desaparecer en la mayor parte del país, por algún fenómeno desconocido crece exponencialmente en Tarija. El periódico El País en un reporte del 27 del anterior mes consigna que Tarija durante septiembre acumuló del 25% del total de positivos. Por otra parte, en el Reporte Epidemiológico Nacional N. 200, de fecha 1 de octubre, con 14.036 positivos, ya aparece como el tercer departamento en número, solo superado por Santa Cruz y La Paz, y por delante de Cochabamba, que como todos sabemos es el tercer departamento en población de Bolivia, con aproximadamente un 11% del total.

Y sin embargo con la tasa de letalidad ocurre exactamente lo inverso, de acuerdo a los últimos datos, la tasa en Bolivia respecto al COVID 19 llega al 5,89% y sin embargo en Tarija alcanza solo al 2,2%.

¿Qué extraño fenómeno ocurre en este atípico país?, el investigador de Nueva York, si es que tuviera la ingenuidad para creer en la veracidad de los datos que oficiales, podría pasarse días enteros tratando de encontrar la explicación, sobre el porqué de regiones donde las cifras de enfermos multiplican las de sus pares, con la singular característica de que estos mueren en menor cantidad, debido a causas misteriosas.

Pero ni los investigadores, ni usted, ni yo somos ingenuos (creo) estimado lector y lo que de inmediato supondríamos es que hay un enorme índice de subregistro y que por tanto los datos están distorsionados.

En primer lugar, se podría pensar que en el conjunto del país se hacen cada vez menos pruebas PCR, a diferencia de Tarija y en segundo lugar que, en este último lugar, a diferencia del resto, se suman las pruebas rápidas a las PCR para contabilizar los positivos. Otra vez los investigadores internacionales confundidos; ¿hay un país en el mundo donde se combinan dos sistemas distintos de contabilidad para positivos?; ¿en uno valen las pruebas rápidas y en otro no, y ambos sistemas se contabilizan, aunque sin diferenciarse públicamente en el mismo reporte epidemiológico? ¿Cómo se llama ese lugar?, pues Bolivia, ni más, ni menos.

¿Por qué en Tarija se contabilizarían las pruebas rápidas y en el resto de los departamentos no?, No tengo la certeza absoluta, pero me imagino que por la insistencia del COED y del SEDES locales, en no caer en la incoherencia absoluta en que parece que ha caído el Ministerio de Salud.

Hace un tiempo, por resolución expresa, el Ministerio decidió que los reactivos de pruebas rápidas fueran tratados directamente como positivos para ahorrar PCR (la decisión en sí no es mala, ya que se ha demostrado que en los lugares con alta incidencia, esta metodología funciona), pero sin embargo no los reporta oficialmente como positivos, y por tanto toda la información se distorsiona.

El subregistro y la distorsión le están haciendo un daño enorme a Bolivia; no solo generan una sensación de falsa seguridad, sino que además le quitan al sector un instrumento básico para cualquier tipo de gestión frente al COVID 19: la información veraz y transparente.

La relación directa entre testeo y eficiencia, queda demostrada por los datos de letalidad en Tarija. Como aquí se testea mejor, hay menos muertos, así de simple. La detección temprana corta la cadena de contagio y eso obtiene resultados a pesar de las restantes limitaciones.

Por otra parte, el subregistro se suma a las otras causas que han impedido desde el inicio de la pandemia, desarrollar estrategias, acordes a la realidad del país frente a la pandemia; especialmente las de masificación del uso de medicamentos básicos bajo directrices claras por parte de los centros de salud, las que a nuestro juicio contribuirían a paliar las enormes deficiencias que en general poseemos en el área.

Rodrigo Ayala es cineasta y antropólogo.



GIF 2 vision-sostenible-gif-ok
GIF 2 vision-sostenible-gif-ok
bk-cuadrado
bk-cuadrado