La más reciente encuesta difundida por Unitel mantiene el suspenso sobre lo que podría ocurrir en las próximas elecciones de agosto. Si bien el bloque conformado por los candidatos de oposición suma más del 50% de los votos, la posibilidad de que se unan es muy remota.
No hay un candidato que marque una clara diferencia. Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga están prácticamente empatados y difícilmente se puede hablar de una tendencia que jale el voto útil hacia uno u otro.
La ausencia de Jaime Dunn en la lista propuesta por IPSOS Ciesmori –solo con candidatos habilitados– podría haber beneficiado a Quiroga y, en menor medida, a Rodrigo Paz, quien por primera vez aparece con más del 4% de intención de voto.
Claramente, Manfred Reyes Villa ha perdido casi completamente el impulso y lo más probable es que sus votos comiencen a migrar hacia opositores y oficialistas. El candidato de Súmate confundió el centro con el “agua tibia” y esa indefinición le está costando, una vez más en su trayectoria política, quedar fuera en el primer tramo de la carrera.
Por ahora, parecería que ni Samuel Doria Medina es capaz de atraer el voto de los simpatizantes de Tuto y que éste tampoco logra convencer a los seguidores del empresario. Si se observa la composición regional del respaldo que recibe cada uno de ellos, se puede constatar que, salvo en Tarija, en el resto del país tienen cifras muy similares.
Quiroga ha sobrevivido a una mala elección de su candidato a vicepresidente, Juan Pablo Velazco, que puede ser un buen emprendedor, pero que fue lanzado a la política sin siquiera un salvavidas narrativo y una caja de primeros auxilios con respuestas a los temas más controversiales de la agenda.
Con José Luis Lupo, Doria Medina duplicó la “seriedad” de la fórmula. Posiblemente resignó añadir frescura y abrir el paso a la participación de una mujer, pero al menos logró reforzar la idea de la “responsabilidad” como elemento central de la fórmula.
Andrónico Rodríguez perdió fuerza, aunque sigue en la pelea y dependerá de lo que haga en los próximos días para saber en qué condiciones sigue adelante. La incertidumbre sobre su candidatura lo ha perjudicado. No consiguió convertirse en víctima de nadie o, si lo fue, la culpa recae sobre su propio partido.
Hay un corredor por fuera de la pista que no se resigna y que está dispuesto a generar inestabilidad y violencia con tal de imponer su participación. Evo Morales ha ordenado a sus bases bloquear caminos y trasladarse hasta La Paz hasta conseguir su habilitación.
A estas alturas, no falta quien opina que lo mejor hubiera sido dejar que Morales participara y que, de una vez, se sepa cuál es el lugar que ocupa en el escenario político.
Los datos de la primera encuesta no aclaran mucho el panorama. Difícil pronosticar algo con certeza o descifrar los caprichos del voto, mucho menos ahora que ni siquiera está claro hacia dónde van a conducir los obstáculos judiciales que se han puesto en el camino y que amenazan con “incendiar” las urnas antes de que reciban los votos.
Hernán Terrazas es periodista.