Durante demasiado tiempo el coro del MAS
interpretó loas al caudillo… cuando se advirtió que el cantico “patria o
muerte” lo asumieron quienes se quedaron a defender el proceso de cambio, aquel
sumiso orfeón empezó a rebelarse en contra del huidizo cacique. La presencia de
Luis Arce y David Choquehuanca, que insisten en la renovación de las élites del
partido o se empeñan en formar su instrumento político, revela el
debilitamiento de Evo Morales. Donde antes predominaba la voz de Morales hoy
pueden oírse voces disonantes que anuncian la posible dispersión de la coral
masista.
Ángelo Panebianco, el destacado politólogo italiano, en su libro Modelos de partido sostiene que una organización política se desarrolla en el marco de ciertos dilemas y que la consolidación o quiebre depende del equilibrio en tales paradojas. A continuación, se analizará dos dilemas organizativos en los que se debate el MAS.
Dilema 1: Modelo racional vs modelo natural. Un partido es una estructura organizada en torno a fines oficiales orientados a beneficiar a sus militantes y a la ciudadanía en general (modelo racional); pero, simultáneamente, aquellos propósitos son una fachada detrás de los cuales se esconden los fines efectivos y velados de sus militantes (modelo del sistema natural).
En los primeros años de gobierno, el MAS priorizó el logro de sus objetivos oficiales; posteriormente, prevalecieron los fines efectivos y velados de Evo Morales y Álvaro García (reelección indefinida) y los de su entorno que se expresó en los diversos casos de corrupción.
Ambas prácticas beneficiaron a una reducida fracción del partido y generaron un enorme descontento entre el resto de militantes. El triunfo electoral de Arce y Choquehuanca, en octubre del 2020, fue asumido por los masistas excluidos como la oportunidad para lograr sus fines privados, así las rivalidades en el seno del MAS se convirtieron en pugnas por controlar los espacios de poder para materializar los fines velados de sus integrantes.
En esta disputa, Arce y Choquehuanca tienen la ventaja de estar en el gobierno y disponer de oportunidades para efectivizar los fines particulares de sus prosélitos; en cambio, la facción de Morales carece de aquella oportunidad. De esta manera, la disputa interna del MAS por el control y el logro de los fines efectivos y velados de los militantes es una pugna en torno a un elemento secesionista que posiblemente finalice en la sustitución de Evo Morales en el liderazgo del partido o en la ruptura de esta organización política.
Dilema 2: Incentivos colectivos vs incentivos selectivos. Un partido, a fin de asegurar la participación de sus militantes, está obligado a distribuir incentivos colectivos que satisfagan a todos, pero también debe repartir incentivos selectivos. Los incentivos colectivos cohesionan al partido; el MAS se ha consolidado por los incentivos de identidad, es decir, logró una fuerte identidad en torno al partido; por los incentivos de solidaridad, el tratarse como “hermanos”, revela un vínculo muy fuerte entre los militantes; y, por los incentivos ideológicos, ha conseguido que los militantes se identifiquen con la causa del MAS: la construcción del socialismo.
Los incentivos selectivos son el componente disociador de una organización política debido a que es solo para algunos; Morales primero y después Arce y Choquehuanca, desde que asumieron el gobierno, distribuyeron poder designando autoridades en distintas entidades del Estado, evidentemente hay cargos con mayor estatus (ministerios y viceministerios) que se distribuyen entre los más allegados al Presidente y Vicepresidente, y, los puestos de menor estatus (funcionarios de menor jerarquía).
El MAS también otorgó incentivos materiales, construyó sedes para las organizaciones sociales, donó vehículos a los movimientos afines al MAS, etc. En el marco de este dilema, el MAS se ha enfrascado en una controversia por quien tiene el monopolio de otorgar incentivos selectivos; al parecer, la motivación profunda de lograr poder, estatus y beneficios materiales orienta las acciones de los militantes, quizá esto explique la férrea competencia al interior de este partido. Si esta pugna se intensifica (como está ocurriendo cada vez más), el quiebre del MAS parece inevitable.
Finalmente, debemos resaltar que la rebelión del coro que asedia al MAS se origina en los aspectos desintegradores de los dilemas organizativos descritos.
Eduardo Leaño es sociólogo.