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01/04/2021
Articulista Invitado

La desinformación autodestructiva

Devin Beaulieu
Devin Beaulieu

En su texto más famoso, Lo Nacional Popular en Bolivia, René Zavaleta Mercado avanzó la tesis que la casta política falló en desarrollar Bolivia porque creía en las fantasías europeas sobre el destino de las naciones. Así, de manera autodestructiva, los políticos despreciaban la realidad nacional y el pueblo boliviano a favor de ilusiones ajenas. Hoy en día, el gobierno boliviano sigue en marcha con el mismo error, aunque el pensamiento de Zavaleta Mercado sea apreciado ahora por los intelectuales oficialistas del MAS.

Las autoridades están cayendo en las fantasías de teorías conspirativas que provienen desde el exterior, que tanto preocupaba a Zavaleta. Recientemente en México, el presidente Luis Arce afirmó que Evo Morales fue derrocado en un golpe motivado por el control económico del litio y con la participación de la empresa norteamericana Tesla. Luego el canciller Rogelio Mayta citó al embajador para que dé explicaciones sobre la supuesta participación de su país en el llamado “golpe de litio”. La desinformación promovida por las autoridades es un claro ejemplo de las ilusiones autodestructivas que Zavaleta Mercado advertía. 

La adopción de la teoría conspirativa por el gobierno de Arce es preocupante no solamente por su falsedad, sino también por ser innecesaria para la política internacional del país. Solo ha servido para perder prestigio, creando conflictos y tensiones internacionales que no existían. Arce y Choquehuanca reconocieron durante la campaña el error de haber postulado a Evo Morales para un cuarto mandato. Ahora se aferran a fantasías.

La teoría conspirativa del “golpe de litio” proviene del exterior de observadores que buscan justificar la narrativa de “golpe de Estado” para favorecer a Morales. Primero se hizo en 2019, desde el sitio noticiero norteamericano Common Dreams, después en 2020 sobre las reacciones a un tuit sarcástico del empresario de Telsa, Elon Musk, y ahora en 2021 de un informe desde Gran Bretaña del sitio de bajo prestigio Declassified UK. Cada nueva explicación conspirativa de un supuesto “golpe de litio” es incoherente respecto a la anterior, pero lo consistente es el desconocimiento total sobre la política local del litio en el Salar de Uyuni.

El informe de Declassified UK por Matt Kennard, que ni menciona el contrato firmado por Evo Morales con la empresa alemana ACI Systems para explotar el litio de Uyuni por 70 años ni las protestas y las demandas de Comité Cívico de Potosí sobre dicho acuerdo, sostiene que la embajada británica tuvo participación en el “golpe de Estado” citando algunas iniciativas de ese país sobre el litio boliviano, pero no dicen que en realidad empezaron en 2015, durante el gobierno de Evo Morales.

Mientras el informe de Declassified UK está fundado en la ignorancia y especulaciones, sus usos políticos son evidentes. La Misión Verdad, agencia del gobierno venezolano, se tomó la molestia de traducir y difundir el informe y distribuirlo en la región. En enero de 2021, otro informe conspirativo de Declassified UK fue utilizado por el gobierno de Nicolás Maduro para censurar a periodistas en el país como supuestos agentes del imperialismo. Las Fuerzas Armadas directamente amenazaron a periodistas a través de Twitter, en un país condenado por las Naciones Unidas por el uso de tortura y desaparición forzada de opositores.

Las declaraciones conspirativas de Arce y Mayta sobre el supuesto “golpe del litio” representan una subyugación de la política estatal boliviana a fantasías gringas sobre la lucha “antiimperialista” y que vincula oposición a la hegemonía de Estados Unidos al apoyo a gobiernos dictatoriales.

En la última década han proliferado varios sitios de noticias que difunden desinformación favorable a gobiernos autoritarios. El más notario es el sitio norteamericano Grayzone News que abiertamente defiende las políticas represoras de gobiernos como los de Rusia, Siria, Nicaragua, Venezuela y China. Más recientemente, defendía las políticas genocidas de China en contra el pueblo uigur. El informe de ese sitio en el que defiende al gobierno de China fue coescrito con el periodista Gareth Porter, quien negó la existencia del genocidio en Camboya cometido por los Jemeres Rojos en los años 70.

El fundador de Grayzone, Max Blumenthal, ejemplifica las ironías cínicas de este nuevo tipo de activista “antiimperialista”. Mientras defiende cualquier gobierno que se opone a Estados Unidos, sin importar sus políticas de derechos humanos, no puede evitar ser el hijo de Sidney Blumenthal, gran propagandista del expresidente estadounidense Bill Clinton. Son hijos resentidos de la clase política occidental. Es un antiimperialismo adolescente.

En 2020, Blumenthal y compañía vinieron a Bolivia como “observadores electorales” para apoyar la compañía electoral del MAS. Para estos observadores gringos, Bolivia es solo un juguete en su lucha imaginaria “antiimperialista”, mientras gozan de privilegios dentro de dicho imperio.

Subordinada a estas fantasías gringas, Bolivia está posicionada en una mentalidad simplista propia de la Guerra Fría, en la que solo hay dos destinos opuestos para las naciones del mundo, estar a favor o en contra de Estados Unidos. Para estos observadores, la autodeterminación de los pueblos no-occidentales está plenamente sometido a la causa “antiimperialista”, sin importar el costo. Es “antiimperialismo” en nombre, nomas.

Zavaleta Mercado dijo que la casta política estaba ciega respecto a su posición real adentro del sistema mundial, perdido en fantasías ajenas. Así, reproducían la dependencia del país cada vez más. Hoy llamamos a eso extractivismo.

Vale la pregunta: ¿Cómo ayuda Bolivia la teoría conspirativa del “golpe de litio”? Haciendo creer que el país estaba a punto de industrializar el litio, cuando todavía ni hay técnicas comprobadas para extractarlo a precio competitivo ni el gobierno ha podido lograr concertar su explotación con los actores locales involucrados. El discurso del golpe de litio es netamente for export.

La lectura de Zavaleta Mercado es que Bolivia solo puede avanzar considerando el conocimiento de sí misma, no sirviendo los deseos o los intereses de otros. 

Devin Beaulieu es antropólogo, reside en Bolivia.



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