cerrarBrujula La Cascada Felices Fiestas 900x470Brujula La Cascada Felices Fiestas 900x470
EXPRESS DISPLAYS1000×155
EXPRESS DISPLAYS1000×155
Brujula Digital BancoSol PDF 1000x155px
Brujula Digital BancoSol PDF 1000x155px
Intensamente | 12/12/2025

Federalismo: la Bolivia del siglo XXI

Carlos Hugo Laruta
Carlos Hugo Laruta
La gran experiencia histórica existente nos obliga a reflexionar. El siglo XXI dista mucho de los siglos XIX y XX, especialmente del primero, cuando se consolidaron los Estados nacionales en América bajo un paradigma centralista y, a menudo, homogéneizante.

Este siglo, en su avance hacia el segundo cuarto, es el tiempo de capitalizar los aprendizajes de otras experiencias internacionales y de desplegar las posibilidades internas a cada realidad nacional ya constituida.

En este marco contemporáneo, la ciencia política y la sociología política coinciden: el federalismo emerge como la vía más robusta y democrática para la convivencia pacífica de realidades socioculturales y étnicas plurales que, existiendo dentro de una nación conformada, enfatizan su persistencia como identidades regionales diferenciadas. 

El Federalismo, al distribuir el poder territorialmente, permite gestionar un territorio plural sin que deje de ser unitario en lo esencial y, crucialmente, evita la escalada hacia conflictos internos o una guerra civil.

Bolivia y su descentralización

Los últimos 20 años en Bolivia, bajo conducción del MAS-IPSP, estuvieron marcados, en gran medida, por un occidentalismo acentuado junto a un etnicismo exacerbado que derivó en discursos de confrontación (ejemplos como "los indígenas son la reserva moral de la humanidad" o comparaciones peyorativas entre grupos regionales). 

En lo político, esta dinámica se potenció con un corporativismo de masas en el que organizaciones sociales priorizaban la clientelización con el gobierno a cambio de beneficios prebendales. Estas dos décadas candentes tuvieron su centro en la acentuación en las diferencias regionales, socioculturales, étnicas, políticas y económicas entre el occidente y el oriente boliviano.

Con el aprendizaje de este proceso y en una línea histórica iniciada en 1994, con la Ley de Participación Popular y la inclusión completa de la autonomía en la Constitución de 2009, la reciente mención del presidente Paz Pereira sobre la posibilidad de que Bolivia sea Federal, junto a su ya famoso 50-50 en la distribución presupuestaria entre el gobierno central y las autonomías, pone en el centro del debate el proceso de profundización de la descentralización.


Precisión conceptual necesaria


Como aporte a esta reflexión es crucial establecer la mayor precisión conceptual posible sobre la estructura del Estado.

Formas de Estado. Las Formas de Estado se definen fundamentalmente por: a) la fuente u origen del poder y b) el modo de organizar ese poder para su gestión.
Estado democrático: basado en la soberanía popular y la división de poderes (ejemplo: Chile, Alemania, Costa Rica).

Estado autoritario/dictatorial: el poder se concentra en un individuo o grupo y se ejerce sin controles efectivos (ejemplo: Nicaragua, Venezuela, y diversos regímenes militares históricos).

Estado totalitario: el Estado busca controlar la totalidad de la vida pública y privada, sustentado en una ideología oficial (ejemplo: Corea del Norte, la Alemania nazi y la URSS bolchevique en su momento).

Tipos de Estado. Se basan en el grado de distribución del poder en el territorio, medido a través de la transferencia y atribución de competencias.Estado centralizado: el poder político y administrativo se concentra fuertemente en el gobierno central (ejemplo: Perú, Chile (pese a tener autonomía municipal), Colombia).

Estado autonómico: reconoce entidades subnacionales con autogobierno limitado y competencias específicas, generalmente transferidas o delegadas (ejemplo: España, Italia, Reino Unido, Bolivia).

Estado federal: el poder se divide constitucionalmente entre un gobierno central y entidades subnacionales (estados, provincias, cantones) que gozan de soberanía propia en sus ámbitos de competencia (ejemplo:Suiza, EEUU., Brasil, Argentina, Canadá, México).

El futuro de Bolivia

Actualmente, Bolivia según su diseño constitucional, es un Estado Autonómico Plurinacional. Esto implica que combina una estructura unitaria (gobierno nacional) con un doble carácter: 1) autonómico de mediano grado de descentralización territorial, presente en los nueve departamentos y 340 municipios autónomos; y 2) plurinacional, con un alto grado de descentralización decisional en las autonomías indígenas que, si se toma en cuenta el artículo 30 de la Constitución, le otorga un carácter semifederal.

Sin embargo, dada la acentuación y persistencia de las diferencias multidimensionales señaladas al inicio de esta nota, los bolivianos tenemos el deber de considerar seriamente la posibilidad de avanzar en el proceso de descentralización hasta llegar al federalismo. Este podría ser el modo más eficaz y responsable de gestionar nuestras profundas diferencias (sobre todo occidente/indio y oriente/mestizo) y construir una convivencia pacífica y sostenible entre diversos.

Carlos Hugo Laruta es sociólogo.



BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
Recurso 4
Recurso 4
SAVE_20251124_165756
SAVE_20251124_165756
BEC_DPF-Digital-970x120px
BEC_DPF-Digital-320x50px