Homero, en un episodio de La Odisea,
describe que el precavido Ulises, al navegar por el peligroso mar Egeo, obligó
a sus marineros taparse los oídos con cera para no escuchar los hechiceros
cantos de las sirenas, y, al mismo tiempo, ordenó que lo ataran al mástil del
barco para escuchar las encantadoras melodías sin peligros. De esta manera
esquivaron los cantos de las malignas sirenas y evadieron el naufragio y la
muerte. Contrariamente, el temerario Evo Morales y sus allegados, al embarcarse
por las turbulentas aguas de la política boliviana, lo hicieron sin precaución
y quedaron fascinados por los perversos cantos del poder. Así, la fragata del
MAS, con Morales y sus acólitos a bordo, parecen ir rumbo al naufragio.
Con base en los aportes teóricos del destacado intelectual noruego Jon Elster, intentaremos describir el hundimiento del MAS a partir de la irracional toma de decisiones de Evo y sus seguidores. Elster sostiene que la irracionalidad es un modelo donde una persona toma decisiones en contra de la lógica y en contra de sus propios intereses. Las decisiones irracionales son la impulsividad, las preferencias incoherentes, la aversión a las pérdidas, la disonancia cognitiva, la procrastinación y el efecto de grupo. En esta ocasión describiremos sólo tres.
Veamos primero la impulsividad, que es un procedimiento irracional, se advierte cuando las personas buscan beneficios a corto plazo que van en contra de sus intereses a largo plazo. Evo Morales, luego de renunciar (2019) y ante la emergencia de elecciones aceleradas previstas para mayo de 2020, desde el exilio en la argentina, inducido por el deseo de que el MAS retome el poder y él ocupe la presidencia en la siguiente elección, impuso la candidatura de Luis Arce y David Choquehuanca.
Esta decisión, aparentemente asumida conforme el modelo de racionalidad perfecta (tomar decisiones de manera lógica y coherente con sus objetivos, con base en un análisis de todas las posibilidades y orientada a maximizar las utilidades o beneficios), a corto plazo les ha brindado el contundente triunfo electoral. Sin embargo, debe reconocerse que el modelo de racionalidad perfecta no es realista y tiene limitaciones; por ejemplo, en el caso que nos ocupa, no consideró que, a largo plazo, los deseos e intereses de Arce colisionarían con las aspiraciones de Morales.
Aquella decisión racionalmente perfecta en el tiempo corto, resultó ser una decisión irracional en el tiempo largo; fue una decisión no lógica, con resultados contraproducentes que amenazan con la ruptura del MAS. Quizá, tomando precauciones como Ulises (racionalidad imperfecta), la decisión más atinada habría sido presentar otro candidato y perder las elecciones del 2020 con ajustada diferencia; así, probablemente, la derrota del MAS habría cohesionado a la militancia masista y Evo Morales sería el indiscutible candidato del 2025.
El segundo tema es la disonancia cognitiva, que implica que una persona a menudo busca justificaciones o explicaciones cuando descubre que ha tomado decisiones contra sus propios intereses. Evo Morales y su cúpula, durante las elecciones subnacionales del 2021, en virtud del éxito en el proceso electoral del 2020, impusieron candidatos de manera autoritaria que fracasaron electoralmente; por ejemplo, en la ciudad de El Alto, colocaron a Zacarías Maquera como candidato a alcalde y desecharon a Eva Copa. Quizá, la zalamería, la sumisión y el servilismo de Maquera fueron los factores que despertaron mayor simpatía para nombrarle candidato, pero los estrategas ignoraron las encuestas preelectorales que le proporcionaban un elevado respaldo a Copa entre la ciudadanía alteña. Esta decisión irracional influyó en el resultado electoral contrario a los intereses del MAS; sin embargo, los evitas trataron de justificar la designación equivocada de Maquera denigrando la imagen de Eva Copa al considerarla como “traidora y tránsfuga”. Finalmente, la consecuencia de aquella decisión irracional no sólo fue la derrota del MAS en este municipio, sino la perdida de uno de sus principales bastiones electorales.
Finalmente, la procrastinación es una forma de comportamiento en la cual las personas aplazan tareas importantes y las sustituyen por otras irrelevantes. Cada vez más hechizado por los cánticos seductores del poder, Evo Morales se vio “obligado” a anunciar recientemente su postulación como candidato del MAS a la presidencia; sin duda, esta es una postura irracional, esta autoproclamación se realizó con una exagerada anticipación y, además, no se trata de una decisión personal, la postulación la hace una organización política según los resultados de las elecciones primarias en el partido. Esto revela que Morales y sus allegados están priorizando temas intrascendentes y descuidando un problema fundamental en el MAS: ¿Cómo evitar el quiebre del partido?
A manera de conclusión, en esta columna intentamos demostrar que Evo Morales y sus acólitos se encuentran a la deriva por escuchar sin precaución los fascinantes cantos del poder, es decir, Morales desatado y los evistas con los oídos destapados, el uno imprudente y los otros negligentes.