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04/08/2021
Articulista Invitado

El miedo a la república

Carlos Armando Cardozo
Carlos Armando Cardozo

Brújula Digital|04|08|21|

Esta semana se inauguró lo que muchos catalogan como un atentado al patrimonio arquitectónico del centro de la ciudad de La Paz, luego de la “Casa del Pueblo” el edificio de la nueva Asamblea Legislativa se constituye en otra obra faraónica cargada de símbolos introducidos sistemáticamente en la política de Gobierno del MAS.

El acto empezó con palabras de David Choquehuanca, el idealista, que marcó como un hito ese momento dando inicio a la 2da Etapa del Proceso de Cambio, todo lo sembrado en la 1era Etapa (sin mencionar a sus referentes) para proyectar aquel futuro donde los hermanos pertenecientes de las culturas milenarias levanten su propio vuelo.

El escenario no podía ser mejor, se los vio rodeados de adeptos entre saludo y saludo se reconocían no solo servidores públicos sino también movimientos sociales, sector de trabajadores, artesanos y gremiales. El anonimato de las 36 naciones indígenas fue representado por un puñado de “hermanos” con plumas, sombreros, ojotas y vestimentas típicas que trataban de insinuar la inclusión fantasmal del pueblo, ese abstracto invocado cuando los argumentos de la razón brillan por su ausencia y la desesperación demanda una cruzada heroica por los intereses de los demás.

La autodeterminación a partir del pensamiento descolonizado representa para Choquehuanca una victoria en sí para sus adeptos, resulta irónico que las leyes que antes eran “determinadas” por las transnacionales según el idealista hoy son elaboradas en oficinas del Ejecutivo, la Asamblea Legislativa se convirtió en un espacio de mero trámite donde las manos en alto esperan cómplices del servilismo ciego de sus representantes de poncho, pluma y ojota dar curso a cualquier proyecto de ley que se les encomiende.

En seguida fue Luis Alberto Arce Catacora quien se vio obnubilado por la infraestructura en sí, dado que le dedico gran parte de su intervención a resaltar una y otra vez que la construcción desarrollada representaba una obra más que posicionaba la imagen del país en el contexto internacional. Básicamente, se vanagloria que la tenía más grande que cualquier otro país latinoamericano (me refiero a la Asamblea Legislativa).

Antes de entrar en su frenesí adolescente, saludo personas que encarnaban a los sectores sociales, hombres todos con nombre y mujeres anónimas todas bajo el seudónimo de Bartolinas, para un estado plurinacional y “despatriarcalizado” como se refería minutos antes Choquehuanca es una torpeza discursiva de la cual no tomaron reparo.

Arce festeja y celebra que Chile, Perú estén en un proceso de reconocerse como “Plurinacionales” y nuevamente como todo un adolescente inundado por las hormonas recalco que Bolivia haya sido el primer país latinoamericano en establecer una nueva lógica de administración y gestión de la sociedad, el Estado Plurinacional.

A diferencia del idealista, el letrado en economía, tuvo tiempo para pagar sus respetos a los autores del diseño de esta “maravillosa” infraestructura, nada más que Evo Morales y Álvaro García Linera. Cerro su felicitación acotando que el en su calidad de ministro de economía solo viabilizaba los recursos el mérito absoluto es el de sus superiores de ese entonces, algo triste para el que vendía una imagen de técnico profesional ideólogo del milagro boliviano que terminó por mostrarse como un simple cajero caricaturizado de propia boca.

Si bien Arce mencionó que el país aún se encuentra en una transición hacia el Estado Plurinacional, reconoce que la República siempre será parte de lo que somos los bolivianos. Y aquí uno se pone a pensar: ¿Por qué gastar esfuerzos y recursos como Gobierno para sepultar la República? ¿Cuáles son las motivaciones detrás de estas acciones?

Entre líneas queda claro que, tras 15 años de régimen, no se animaron a cambiar los símbolos patrios, arrancarlos de raíz. La historia nunca fue reescrita, más bien trato de ser ignorada partiendo de un nuevo “génesis”, separando dos momentos en la historia del país, la vieja República con todos sus pecados capitales exclusión, abuso, imposición de intereses foráneos a las demandas sociales y las coaliciones de los viejos partidos políticos. El nuevo Estado Plurinacional por su parte con el gobierno de “las mayorías” encarnado en plumas, sombreros, ojotas naturales y artificiales, total lo que importa es la ilusión de “diversidad”, llevaron el Estado benefactor a un nuevo extremo a costa del futuro, endeudamiento y derroche, construir castillos de naipes con la venia del Tesoro General de la Nación.

Los ritos a cargo de amautas y el relato descolonizador trataba a gritos de calar no en los estratos empobrecidos, en los estratos más olvidados, sino penetrar en las clases medias, que se mostraron inmunes a la narrativa oficial, como no estarlo si el peso del Estado benefactor se les hacía intolerable, injusto e improductivo.   

La libertad en su sentido más amplio es tan importante para los bolivianos que no concebimos que nadie atente o ponga en duda su vigencia. “Morir antes que esclavos vivir” no es una coincidencia que la vieja República tenga mayor significación para un boliviano que el experimento ambivalente ensayado por el 2do Round del Proceso de Cambio.

Los discursos plurinacionales no buscan pacificar, hermanar o congregar a bandos enfrentados. Estos discursos son demostraciones que solo existe una manera, una vía y es el Estado comandado por sus mayorías, sus caciques, sus abanderados provenientes de alguna oportuna organización social. Una amenaza implícita para elegir el bando correcto.

El uso de estos medios y la búsqueda por eclipsar la vieja República con actos simbólicos como una nueva infraestructura, o ningunear el acto de 6 de agosto en la capital constitucional de la República no son más que intentos impulsados por la desesperación.

El líder “indígena” no pudo conquistar y reinar para siempre, cayó como un simple mortal, un delincuente cuya cobardía pudo más que su “ideología revolucionaria”. ¿Usted cree que un hijo de la burocracia como Luis Alberto Arce Catacora acompañado de un filósofo andino sin criterio perdido en sus tribulaciones, David Choquehuanca podrán revertir el fracaso del Estado Plurinacional como alternativa a la República? Pues no, y ahí radica su desesperación. 

Es curioso como el miedo es usado como arma por Gobiernos Totalitarios a través de los Servicios de Inteligencia, Judiciales, Militares y Civiles Organizados, pero el mismo miedo puede sembrar la duda en sus titiriteros para que su reinado se empiece a desmoronar, error tras error, ruedan las cabezas más rápido que nuevos fieles se suman a la causa.  

“Morir antes que esclavos vivir” no es un verso suelto es una idea que ninguna piedra, dinamita, bala, juicio o celda podrá desterrar del boliviano.  

Jallalla la República de Bolivia. Libertad para todos los bolivianos.

Economista, Máster en Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, Especialidad en Gestión del Riesgo de Desastres y Adaptación al Cambio Climático, Presidente de Fundación Lozanía*



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