Hoy muchas personas y, sobre todo, los candidatos de oposición creen atisbar en las elecciones de agosto un nuevo amanecer. Es lo deseable después de este prolongado eclipse histórico, pero ¿puede ser así realmente o se trata del resplandor de un incendio que se avecina?
Franklin Pareja (FP) en su columna titulada “Monumental fraude en construcción”, publicado en el suplemento Péndulo Político (12|1|25), opina que si Luis Arce resultado siendo el candidato por el MAS, no se batirá en un duelo limpio con la oposición, porque la multicrisis en la que nos tiene instalados y su bajísimo respaldo electoral, desalentarían cualquier postulación suya si siguiera un criterio de racionalidad y fair play.
Arce y su gobierno han trabajado arduamente para habilitarlo como candidato del MAS y orillar al mismísimo jefazo Morales. Y a quien aparecía en el horizonte político como su rival, Luis Fernando Camacho, lo tiene recluido en la cárcel. ¿Todo para nada? Las jugadas fueron magistrales: despejar tanto el ala izquierda como el ala derecha de la política para enrumbarse en solitario nuevamente a la cima dorada. Pero he aquí que un cisne negro, un suceso inesperado, la crisis económica, lo complicó todo. Y la tozudez inmisericorde de Evo Morales.
Pero ojo, Arce y Morales comparten una misma convicción raigal: el fin justifica los medios. Morales desde la calle y Arce desde el Tribunal Constitucional Plurinacional (con su mayoría espuria de cinco magistrados autoprorrogados, sin ninguna consideración ni por la cordura ni por la moral cívica) pueden cerrar el paso al triunfo de la oposición con una zancadilla inesperada. Horas antes de las elecciones anular la postulación de sus candidatos al estilo Maduro: sin dar razones. En la pureza del dictamen terminante.
Y, entonces, ¿qué?
El consejo para la oposición: en el plano científico se trabaja siempre con una hipótesis rival alternativa a la que conduce la investigación. El motivo es sencillo: si la hipótesis central no resulta validada por los resultados, tenemos la opción de que sí lo haga la hipótesis rival alternativa. Y así el trabajo desplegado no resulte infructuoso.
La oposición requiere tomar sus recaudos de corto y mediano plano. El primero, su unidad y solo su unidad, les puede dar la fortaleza y la viabilidad necesarias tanto en la etapa electoral como postelectoral para afrontar la tempestad bufante de Evo, Arce y el MAS ante la eventualidad de abandonar el poder, o ya fuera de la Casa Grande del Ego.
César Rojas es comunicador social y sociólogo.