La exposición cuenta con 26 ilustraciones sobre la depresión, estas se exponen en el Museo Nacional de Arte en La Paz.
La artista Silvia Cuello posa para una retrato en su exposición ‘El Abismo ilustrado’ en La Paz (Bolivia). Foto: EFE
Yolanda Salazar
La Paz|EFE|15|02|24
La artista española Silvia Cuello ilustra la vulnerabilidad y trata de mostrar la complejidad de las emociones, los remolinos de ansiedad, la angustia y la baja autoestima que puede llevar la depresión crónica, y aunque “no es un trabajo fácil”, es la temática de su más reciente exposición en Bolivia
‘El abismo ilustrado’ cuenta con 26 ilustraciones sobre la depresión, estas se exponen en el Museo Nacional de Arte en La Paz y también forman parte de un libro que lleva el mismo nombre.
La exhibición tiene como protagonista a una mujer de cabello largo y rojo que se muestra en laberintos, espejos, vasos de agua, techos de cristal, medicamentos, habitaciones para comprender cómo se siente vivir con depresión.
“Ha sido un proceso terapéutico hacer el libro, ha sido muy duro porque ha sido remover lo peor de las sensaciones pasadas tratando de rescatar las imágenes más dolorosas, entonces realmente ha sido duro, en muchos momentos he tenido dudas de continuar, pero afortunadamente he tenido el coraje para terminarlo”, dijo a EFE Cuello.
La española fue diagnosticada con depresión crónica hace varios años y decidió plasmar cómo se siente vivir con este trastorno con la finalidad de que las personas que no han padecido depresión entiendan de algún modo cómo se siente, qué se piensa y a la vez que sirva de acompañamiento a quienes se ven reflejados en cada ilustración.
“Me gustaría mucho que se hable del tema, que se rompa el tabú, que la gente pierda el miedo y cuando ellos mismos o alguien de su entorno detecte que tenga depresión la aborde, no la evada, no trate de distraerse (...) que la aborden y busquen ayuda médica que es imprescindible”, recalcó la artista.
Los trazos, los colores y cada elemento que muestra cada ilustración "no está por azar", sino todo tiene un sentido que lleva a una especie de viaje por ciertas emociones como la ansiedad, la angustia, los sentimientos de culpa por sentirse así, la parálisis de la voluntad, la baja autoestima y la espiral en la que uno está inmerso cuando vive con depresión.
La depresión es un trastorno mental, que se estima, padece el 5 % de los adultos en todo el mundo, esta situación afecta más a las mujeres que a los hombres y puede influir en todos los ámbitos de la vida, incluidas las relaciones familiares y amistades.
La muestra
Cada ilustración expuesta está acompañada de un poema que relata el sentimiento por el que atraviesa la mujer de cabello rojo, particularidad que simboliza ese “ardor” en la cabeza que se siente al tener una “voz” constante que solo hunde y destaca lo negativo de todas las situaciones, comentó Cuello.
“Los pensamientos se amontonan por el suelo, junto a las botellas vacías. Siento un desorden adentro, un papel de lija friccionando la carne viva de mi cerebro. Las prioridades desbordan el cesto de la ropa sucia, los descuidos se multiplican como ratones”, expresa uno de los escritos que acompaña la imagen.
Ese cuadro muestra un cuarto desordenado con una cabeza grande que en su interior está atrapada la mujer de cabellos rojos.
“Me siento una payasa. Ridícula. Esperpéntica. Me pinto la sonrisa para salir a hacer malabares con el dolor”, se lee en otro poema que está acompañado de una ilustración de una persona que está con peluca de payaso en medio de lo que parece un tablero de juego con palabras como “impostora, vas a fallar”.
También refleja lo importante que es dormir para una persona con depresión, que se siente anestesiada en medio de una espiral que a veces no encuentra la energía para pararse y cumplir con los quehaceres.
Cuello destacó que a veces las personas dan consejos a gente con depresión como que “ponga de su voluntad”, que “hay personas que están en peor situación”, que deje de lado eso y que “avance y siga con su vida”, que en realidad hace sentir más culpable a la persona que padece depresión.
Y agregó que no se trata de voluntad, sino de pasar por una enfermedad que requiere de descanso y empatía.
La española que vive desde hace siete años en Bolivia prepara su segundo libro que da continuidad a la temática, pero ahora desde la perspectiva del camino para “salir de la depresión”.
La exposición está abierta a todo el público hasta el próximo 16 de marzo y luego llegará a otras ciudades de Bolivia como la central Cochabamba y la oriental Santa Cruz, informó Cuello.