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Cultura y farándula | 03/11/2024   05:03

The Gentlemen y el cine de Guy Ritchie

Brújula Digital|03|11|24|

Rodrigo Ayala Bluske | Tres Tristes Críticos |

The Gentlemen es una serie de Netflix producida y dirigida en sus principales capítulos por Guy Ritchie. Se trata de una adaptación de la película que, con el mismo título, estreno Ritchie en 2019. Las tramas no son exactamente iguales, aunque el principio, es decir la unión de los mundos de la alta aristocracia inglesa y de la mafia traficante de drogas, se mantiene.

Ritchie probablemente sea el director británico más regular los últimos 20 años. Invariablemente cada dos o tres realiza un nuevo estreno, y aunque varios de ellos son encargos de las grandes productoras (The Man From U.N.C.L.E., 2015; King Arthur, 2017; Aladino, 2019), en general sigue tratando de mantener un estilo propio en varias de sus propuestas.

El director inició su carrera en la segunda mitad de los 90 bajo el fuerte influjo del cine de Quentin Tarantino, que con Reservoir Dogs (1992) y especialmente Pulp Fiction (1994) revolucionó el panorama audiovisual de la época. ¿Cómo era el cine de Tarantino? Combinaba la creatividad y el detalle audiovisual y agregaba diálogos largos, cargados de ironía. Era un cine que hacía permanentes referencias a la cultura pop y que contaba con numerosas referencias cinéfilas. Los diálogos largos y la construcción pausada de los esquemas dramáticos daban pie a explosiones cortas de violencia recargada. Con esas características, el cine de Tarantino ha dado lugar a obras cinematográficas de una profundidad dramática y narrativa realmente notables (la citada Pulp Fiction y Erase una vez en Hollywood, 2019), a otras interesantes y muy bien construidas (Reservoir Dogs; Jackie Brown; 1997, Kill Bill, 2003, 2004), y a varias otras que se quedan en los fuegos de artificio de los excesos temáticos y la violencia gratuita (Death Proof, 2007, Bastardos sin gloria, 2009, Django, 2012).

Ritchie en sus inicios también combinó características temáticas propias (los bajos fondos de Londres, los judíos de la misma ciudad), con diálogos recargados e intentos de creatividad audiovisual. En las películas que le dedicó a Sherlock Holmes por ejemplo (Sherlock Holmes, 2009 y Sherlock Holmes-Juego de Sombras, 2011), recurrió a la combinación de ralentizar imágenes primero y luego acelerarlas rápidamente para tratar de ilustrar visualmente las habilidades predictivas del detective en sus enfrentamientos. Sin embargo, todos esos despliegues e intentos lo más que consiguió fue darle algo de interés extra a un cine que generalmente se mueve en los marcos estrictos de lo convencional.

En The Gentlemen, el director recupera algunos de los elementos centrales de sus películas más personales (Lock, Stock and Two Smoking Barrels, 1998; Snatch, 2000 y RocknRolla, 2008).

En la película, el segundo hijo de una familia de alta alcurnia del Reino Unido hereda los bienes del padre (al parecer la norma señala que no puede haber división con los restantes) y al comenzar a administrarlos, recién cobra consciencia de los problemas que ha dejado el progenitor. En la trama también juega un rol importante el hermano mayor, encargado mediante la exageración humorística de marcar los absurdos del esquema de vida heredado de las épocas coloniales.

A simple vista, el planteamiento de The Gentlemen puede parecer realmente provocador: en la Inglaterra ultracapitalista de nuestra época, los resabios de su época de gloria (duques, archiduques, lores, etc.), han terminado aliados con los mafiosos de los bajos fondos y raterillos de poca monta. Podría pensarse que se trata de la simbolización de una época en que todo está en venta, sin ningún tipo de escrúpulos. 

¿Pero le interesa eso de verdad a Ritchie? O se trata solamente de concatenar elementos pintorescos, de aprovechar el contraste entre un viejo Lord y los adolescentes raperos delincuentes que lo esclavizan. ¿Es una mirada irónica a esa vieja Inglaterra cargada de tradiciones que hoy se vende sin ningún problema a multimillonarios árabes o magnates rusos de dudosa reputación? Tal vez sí, pero en todo caso queda en una intención muy poco desarrollada. 

The Gentlemen es una serie disfrutable. Sobre todo, no aburre y tampoco cae en excesos desagradables, pero como ya hemos señalado, tampoco llega a las profundidades que en principio parecía anunciar.  





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