La respuesta de Inaset a los comentarios de Alberto Bonadona en su columna "Dudas desacertadas acerca el 4,61%".
Enrique Velazco
Esta es mi respuesta a la columna escrita por Alberto Bonadona sobre el estudio que realizó Inaset respecto a las inconsistencias en los datos del crecimiento del PIB.
Estimado Alberto, como siempre, me halaga mucho que leas mis trabajos y más aún que los comentes desde tu mirada técnica y profesional.
En tu columna en P7 (“Dudas desacertadas acerca del 4,61%”; 20.10.18), al referirte a nuestro reciente ensayo sobre el tema, consideras desacertado nuestro cuestionamiento al PIB 2017 de la agricultura no industrial (ANI) porque, en tu opinión, luego de una caída del PIB en una gestión, la recuperación en la siguiente puede resultar en fuerte crecimiento simplemente porque el divisor en el cálculo de la tasa de crecimiento es menor: “la tasa de crecimiento para 2016 fue negativa (-1,9%) por una caída de más de 40 millones de bolivianos en 2016 pero luego hay un incremento de más de 179 millones en 2017. La caída, inicial, y una recuperación de casi cuatro veces y media el año después explica la tasa de crecimiento anual del PIB ANI de 2017, que llegó a 7,6%.”
Al respecto, debo corregirte en dos aspectos. Primero, como aclaramos al INE sobre el mismo tema, no cuestionamos que la tasa de crecimiento del PIB ANI sea superior al 8%, sino la consistencia de los datos utilizados para ese cálculo; es decir, sabemos que es posible alcanzar tasas como las que reporta el INE, pero planteamos que es muy improbable que sea el caso para 2017 (y 2018) si son correctos los datos del propio INE sobre producción y superficie cultivada.
Como puedes verificar cruzando los datos del PIB con los de producción disponibles desde 1985, existe una fuerte correlación lineal entre el PIB ANI y la producción tal como se espera axiomáticamente por la forma como se define el PIB. Esta relación lineal persiste a pesar de las condiciones climatológicas que se pudieran haber dado a lo largo del tiempo registrado. Por ejemplo, en el período 2003-2017 incluye casos en los que por razones climatológicas o de cualquier otra naturaleza, el PIB cae cuando cae la producción (2003-2004; 2015-2016), pero los valores se mantienen en la tendencia lineal. Exactamente los mismos comportamientos existen con la superficie cultivada por la relación directa entre ésta y la producción (el rendimiento es relativamente constante).
Sin embargo, el PIB en 2017 aumenta aunque los datos del INE registran caídas tanto en la superficie como en la producción desde 2015. Es decir, no hay la producción que respalde el origen de los 179 millones que das por hecho aumentaron el PIB en 2017 respecto a 2016. El punto es que el valor del PIB ANI para 2017 (y, en consecuencia, su crecimiento respecto a 2016 y su incidencia al 2018-II) no es razonable porque la producción, la superficie cultivada y el rendimiento caen. Para nosotros, es contradictorio: si no aumenta la producción, el PIB, simplemente, no puede aumentar; ¿cuál sería tu explicación?
Segundo, el Ensayo busca analizar, dentro nuestras posibilidades, la consistencia de la información que ofrecen los datos oficiales. Como el PIB ANI 2017 está sobreestimado con respecto a la tendencia PIB-producción (con las contradicciones anotadas), corregimos ese valor al que tendría siguiendo la tendencia; a partir de ese valor (menor) estimamos que el crecimiento del PIB total al 2018-II sería del orden de 4,18%. No significa que “dudemos profundamente” de las cifras; simplemente encontramos una discrepancia y estimamos los efectos que tendría, en los niveles de crecimiento reportados por el INE para 2017 y 2018, corregirla usando las tendencias históricas. Sin embargo, es evidente que casi cualquier ajuste “razonable” al PIB ANI 2017 pone la tasa de crecimiento del PIB al 2018-II por debajo del 4,5%.
Para concluir, como bien sabes, en las investigaciones que sustentan nuestros ensayos para el debate, podemos cometer errores técnicos que siempre estaremos dispuestos a enmendar, pero tenemos un compromiso con evitar la superficialidad, la subjetividad y, especialmente, la ideologización por conveniencia. Por ello, no nos sentimos aludidos con las “dudas desacertadas” que nos endilgas porque no planteamos dudas, sino ofrecemos evidencias fundamentadas que identifican discrepancias o contradicciones cuya aclaración corresponde a las instancias pertinentes.
Un abrazo,
Enrique Velazco Reckling