La Paz, 15 de noviembre de 2024
Visión Sostenible |14|11|24|
Por Lily Zurita
En Bolivia, la transición de una economía tradicionalmente extractiva a una economía creativa es un desafío crucial. Este enfoque se centra en la explotación de la "materia gris", apostando por sectores como la educación, la moda, el desarrollo de software y el ocio, entre otros.
La economía creativa no solo abre oportunidades para el desarrollo sostenible, sino que impulsa la innovación y diversificación en el país. Este tema se explora en profundidad en el libro "Creatividad y emprendimiento: nuevas economías en Bolivia", presentado en el II Foro Internacional de Economía Creativa, organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, en Cochabamba.
Educación: el motor transformador de la economía creativa
Uno de los sectores clave para el impulso de la economía creativa en Bolivia es la educación. Durante la presentación del libro, los investigadores Mauricio Moscoso y Diego Boulocq destacaron la necesidad de adoptar modelos educativos innovadores para fomentar la creatividad.
Según Moscoso, "la educación es un factor catalizador de la innovación y la creatividad", mientras que Boulocq resalta la importancia de transitar de un modelo rígido y memorístico a uno flexible y experiencial.
Esta transformación requiere cambios en políticas públicas y un compromiso por implementar metodologías pedagógicas que promuevan el pensamiento crítico y la creatividad desde la formación básica. La educación, apuntan los investigadores, es el pilar fundamental para construir una economía creativa capaz de imaginar y generar un futuro más próspero para el país.
Moda: una industria creativa con enfoque de género
En Bolivia, la industria de la moda es un sector en crecimiento que, además, se destaca por su alta participación femenina. Según Valeria Salinas Maceda, autora del artículo "La industria de la moda en Bolivia: alta participación de la mujer, equidad de género y competitividad", el 72% de la fuerza laboral en esta industria está compuesta por mujeres, principalmente jóvenes que trabajan en microempresas.
Sin embargo, el estudio revela que las mujeres en este sector enfrentan salarios bajos y mayores dificultades para acceder a roles de liderazgo, lo cual refleja una persistente desigualdad de género.
Para enfrentar esta situación, Salinas Maceda propone la implementación de políticas públicas que promuevan la equidad y el empoderamiento femenino, fortaleciendo la moda como un sector creativo e inclusivo.
Desarrollo de software: oportunidades para una economía creativa
El desarrollo de software es otro puntal de la economía creativa en Bolivia. Alex Ojeda y Valeria Peredo, investigadores que presentaron un avance de su trabajo "La programación de software en Bolivia", resaltan el potencial de esta industria para diversificar la economía boliviana.
En ciudades como Cochabamba, varias empresas se dedican al desarrollo de software para mercados internacionales, lo que evidencia una oportunidad para reducir la dependencia del país en industrias extractivas.
Peredo señala que los programadores, vistos como los "rockstars" de la industria, cuentan con habilidades técnicas avanzadas, dominio del inglés y en su mayoría son jóvenes. Este sector ofrece sueldos competitivos, con un salario promedio de Bs 7.500 bolivianos al mes, significativamente superior al promedio nacional, lo que demuestra el atractivo económico del sector de software.
Ocio y recreación: motor de la economía creativa en Bolivia
El ocio y las actividades recreativas también forman parte de la economía creativa. Los investigadores Daniel Moreno Morales y Wara Moreno Barroso, en su estudio sobre ocio en Bolivia, muestran que estas actividades no solo fortalecen el capital social, sino que tienen un impacto económico significativo.
Según sus hallazgos, más de la mitad de los bolivianos participa en actividades recreativas como el fútbol al menos una vez al mes, con un gasto promedio de 52 bolivianos por persona.
El estudio evidencia que, aunque el ocio se ve afectado por desigualdades de género y edad, estas actividades representan una fuente importante de interacción social y contribuyen a la economía local. Las políticas que fomenten el acceso inclusivo a estas actividades podrían incrementar su impacto en la economía creativa.
El rol del Estado en el fomento de la economía creativa
El gestor cultural Andrés Zaratti, exsecretario de Culturas de La Paz, resalta la importancia de las investigaciones que visibilizan a sectores creativos como motores de desarrollo. Enfatiza que el Estado debe jugar un rol activo en la promoción de la economía creativa, generando políticas, incentivos y procesos formativos que fortalezcan estos sectores emergentes.
Para el país, invertir en economía creativa significa fomentar un ecosistema de innovación y diversificación productiva.
El segundo día del Foro de Economía Creativa en Bolivia contará con la presencia de expertos como Felipe Buitrago, creador del concepto "economía naranja", y panelistas destacados, como la reconocida chef Valentina Arteaga; la diseñadora Edita Vojtkova y el director del Colegio Alberto Blest Gana, Ricardo Román. Además, se tendrá un panel de análisis sobre la economía creativa como alternativa viable en tiempos de crisis, con los destacados periodistas Angélica Lazarte, John Arandia, Juan Cristóbal Soruco y Beatriz Cahuasa.
La economía creativa representa una vía para que Bolivia transite hacia una economía más diversificada y sostenible, alejándose de su dependencia de industrias extractivas. Sectores como la educación, la moda, el desarrollo de software y el ocio tienen el potencial de transformar la economía boliviana, generar empleos de calidad y mejorar la competitividad del país en el mercado global.