La Paz, 02 de diciembre de 2024
Visión Sostenible |11|11|24|
Las soft skills o habilidades blandas son capacidades personales que facilitan la interacción efectiva con los demás, entre ellas destaca el trabajo en equipo, la comunicación, la resolución de problemas y la adaptación a cambios. Para el estudio titulado Tools for Success (Herramientas para el éxito), publicado por la Universidad de Harvard son esenciales para desarrollar las potencialidades de los estudiantes.
Estas habilidades, respaldadas por un estudio universitario, son esenciales en cualquier ámbito profesional y en la vida diaria, ayudando a enfrentar desafíos. Facilitan la comunicación efectiva, la creación de cohesión en equipos de trabajo y la integración con habilidades técnicas para lograr objetivos académicos o laborales.
“Las soft skills son cada vez más valoradas por los empleadores ya que complementan las habilidades técnicas y pueden marcar la diferencia en el éxito profesional y personal de una persona”, señala Ariel Villarroel experto de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Por ejemplo, en el caso de los profesionales de la salud, ellos juegan distintos roles que involucran las relaciones humanas, el trato, la paciencia, la compasión y la empatía, valores que deben cultivar no solo durante sus estudios sino a lo largo de la vida, para relacionarse con quien tiene un padecimiento.
Herramientas esenciales para alcanzar el éxito:
La planificación es esencial para gestionar las jornadas de trabajo y cumplir con las tareas a tiempo. Organizar y priorizar actividades reduce el estrés, facilita el inicio de tareas y mantiene el curso de los proyectos sin necesidad de reorganizaciones constantes, brindando la tranquilidad de saber que todo está en orden.
Mantenerse concentrado en la tarea es vital para cumplir con la planificación establecida. Para lograrlo, es importante revisar periódicamente los objetivos y los pasos necesarios para alcanzarlos. Este enfoque permite evitar distracciones y mantener una dirección clara, optimizando el tiempo y el esfuerzo en cada proyecto.
El autocontrol es clave para mantener la calma en situaciones difíciles, gestionando emociones y estrés para preservar la estabilidad y la persistencia. Harvard recomienda prácticas como la meditación, que ayudan a reducir el estrés y fortalecer la escucha interna, promoviendo el bienestar y el equilibrio emocional.
La conciencia implica estar informado sobre el rol propio en un proyecto o equipo, reconocer fortalezas y limitaciones, lo que permite trabajar de manera eficiente y gestionar el tiempo adecuadamente. Esta habilidad evita asumir responsabilidades excesivas y facilita una contribución más efectiva en cualquier proyecto.
Dado que el mundo cambia constantemente, es esencial estar preparado para adaptarse. Ser flexible implica estar dispuesto a reconsiderar opiniones y a ajustar planes según sea necesario.
Esta habilidad facilita afrontar cambios inesperados, replantear estrategias y adaptarse a nuevas circunstancias, lo que es clave para responder de manera efectiva en entornos inciertos.
La mejor manera de desarrollar las habilidades blandas en los estudiantes es mediante metodologías activas en el aula, como el aprendizaje basado en proyectos, problemas, retos, servicios, cooperativo y por descubrimiento, que permiten practicar estas habilidades de forma práctica y basada en competencias.