Este sábado, luego de una intensa lluvia caída desde el viernes, se desbordaron el río Piraí y otros afluentes. Varias localidades cruceñas quedaron afectadas.
Brújula Digital|17|12|25|
Sumando Voces, Yenny Escalante
La incertidumbre y la preocupación persisten en el parque nacional Amboró, en Santa Cruz, y el municipio El Torno tras la riada que provocó la muerte de al menos 20 personas y dejó a otras 10 desaparecidas. Entre estas se encuentra el guardaparque Darío Pizarro y miembros de su familia.
Autoridades y colegas del sector señalaron que las probabilidades de hallar sobrevivientes son bajas; sin embargo, las labores de búsqueda continúan.
El presidente de la Asociación Boliviana de Guardaparques y Agentes de Conservación (Abolac), Marcos Uzquiano, explicó que la magnitud del desastre dificulta las tareas de rescate.
“Es una situación muy compleja, triste y lamentable, el desastre ha sido de magnitud, exhortamos a las autoridades nacionales, a las ONGs, a las fundaciones y a la misma sociedad civil a acompañar a los guardaparques en las labores de búsqueda”, indicó a Sumando Voces.
Según información recibida por la Abolac desde la jefatura de protección del área protegida, el evento natural tuvo consecuencias devastadoras.
Impacto de las lluvias
El sábado, tras intensas lluvias registradas desde el viernes, se desbordaron el río Piraí y otros afluentes. Varias localidades de Santa Cruz resultaron afectadas y el municipio de El Torno se encuentra entre los más golpeados, con al menos 20 personas fallecidas y 10 desaparecidas.
El desastre también afectó a unas 600 familias en El Torno y a cerca de 1.500 en Colpa Bélgica. Más de 300 personas fueron evacuadas por vía aérea, se reportaron daños en viviendas, cultivos e infraestructura y se declaró desastre municipal y departamental. Las autoridades atribuyen la magnitud de los daños a la deforestación y a fenómenos climáticos como El Niño y La Niña.
Campaña solidaria
La Abolac lanzó una campaña solidaria para recaudar fondos destinados al abastecimiento de agua para los guardaparques desplegados en la zona y al apoyo de las familias afectadas. Hasta el momento se envió un primer aporte de 2.000 bolivianos, con la intención de realizar nuevos envíos conforme se reciban donaciones.
“Es una situación muy lamentable y dolorosa para la familia de los guardaparques a nivel nacional”, afirmó Uzquiano.
La asociación invitó a la ciudadanía a sumarse a la campaña con aportes económicos o en especie, en la oficina del parque nacional Amboró en Santa Cruz o a través de la organización.
Otras tragedias
Uzquiano recordó que este año resultó especialmente trágico para el sector, con al menos cuatro guardaparques fallecidos en distintos parques nacionales, la mayoría por accidentes ocurridos durante el cumplimiento de sus funciones.
Entre los decesos recientes se encuentran los de los guardaparques Alex Knight, Julio Guerra, del parque nacional Serranía del Aguaragüe, y Víctor Achimó Cartagena, del parque nacional Madidi.
Condiciones laborales y seguros
El presidente de la Abolac subrayó la necesidad de que los guardaparques cuenten con seguros de vida y contra accidentes, debido a los riesgos permanentes que enfrentan, como accidentes, enfermedades tropicales y desastres naturales.
“Es tan importante que los guardaparques puedan contar con un seguro de vida, un seguro contra accidentes que le pueda dar por lo menos el respaldo y el apoyo a la familia que queda sin ese ser querido, sin esa persona tan importante, no solamente para la familia, sino para el patrimonio natural del pueblo boliviano. En este momento no se tiene ningún seguro”, puntualizó.
Recaudación y llamado al Estado
Uzquiano indicó que la Abolac, junto con organizaciones aliadas como WCS Bolivia, Fundación Nativa y WWF, impulsó una campaña solidaria para recaudar fondos y gestionar pólizas de seguro con apoyo de la sociedad civil.
Actualmente, Bolivia cuenta con poco más de 300 guardaparques para proteger el sistema nacional de áreas protegidas, una cifra que, según la asociación, resulta insuficiente frente a la extensión territorial, la presión ambiental y la falta de recursos.
La Abolac reiteró su llamado al Estado para que garantice condiciones mínimas de seguridad, equipamiento y respaldo institucional a quienes custodian el patrimonio natural del país.
Mientras tanto, la búsqueda del guardaparque desaparecido continúa, en medio de un escenario marcado por la tragedia y las limitaciones operativas.
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