Potosí despide a uno de sus símbolos más entrañables. Petardo, el perro mestizo que en 2015 caminó más de 500 kilómetros junto a Comcipo desde Potosí hasta La Paz, falleció este lunes a los 14 años.
Brújula Digital |26|08|25|
Potosí despide a uno de sus símbolos más entrañables. Petardo, el perro mestizo que en 2015 caminó más de 500 kilómetros junto al Comité Cívico Potosinista (Comcipo) desde Potosí hasta La Paz, falleció este lunes a los 14 años, dejando tras de sí una historia marcada por la lealtad, la resistencia y el cariño de un pueblo.
Su nombre comenzó a resonar hace una década, cuando apareció en plena carretera, en Caracollo, y decidió sumarse a la histórica marcha cívica. Desde entonces, no se separó de los manifestantes: avanzó al ritmo de los tambores y los pasos cansados, soportó el frío del altiplano y los gases lacrimógenos, incluso los potentes chorros de agua de los carros Neptuno del Gobierno.
Ni la fatiga ni el hambre lo doblegaron. En cada concentración, la multitud lo buscaba, lo vitoreaba, lo adornaba con guirnaldas y chalecos. Para muchos, se convirtió en el verdadero protagonista de aquella manifestación.
Su fama traspasó fronteras. El 1 de agosto de 2015, la BBC publicó un reportaje titulado: “Petardo, el perro que se convirtió en héroe de las protestas en Bolivia”. En redes sociales nació la comunidad “Petardo presidente”, que alcanzó miles de seguidores. El animal se transformó en un emblema, un estandarte de lucha y resistencia que llevó la causa potosina más allá de los discursos políticos.
Tras la marcha, Petardo encontró un hogar definitivo. La activista Alba Ximena Quispe, presidenta de la Asociación Protectora de Animales Potosí, lo adoptó luego de que Comcipo pidiera que alguien se hiciera cargo de él. “Era el primero en recibirnos cuando llegábamos a casa. Aunque era grande, se comportaba como un cachorro juguetón, un cachorro gigante”, recordó Quispe. Allí convivió con otros ocho perros y siete gatos rescatados, disfrutando de una vida tranquila, lejos de las multitudes y los ruidos que ya le causaban ansiedad.
En los últimos meses, Petardo enfrentó una dura batalla contra tumores en la boca. Pese a cirugías y tratamientos, la enfermedad regresó con fuerza. Finalmente, el lunes 25 de agosto, su cuerpo no resistió más. Murió rodeado de cariño, dejando un vacío profundo en quienes lo conocieron y un recuerdo imborrable en miles de bolivianos.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida: “Vuela alto, Petardo, tu nombre será siempre sinónimo de valentía y lealtad”, “fuiste fiel con el pueblo potosino”, “hasta siempre, héroe de cuatro patitas”. Palabras que reflejan cómo un perro callejero se transformó en héroe colectivo.
Hoy, Potosí despide a un compañero de lucha. Un animal que caminó, ladró y resistió junto a su pueblo.
BD/LE
