La directora de una guardería en la zona norte de Cochabamba fue aprehendida tras una serie de denuncias que la señalan por ejercer violencia física y psicológica contra los niños bajo su cuidado.
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La directora de una guardería en la zona norte de Cochabamba fue aprehendida tras una serie de denuncias que la señalan por ejercer violencia física y psicológica contra los niños bajo su cuidado. La mujer, que dirigía el centro infantil "Magic Years", fue acusada de obligar a los menores a comer su propio vómito, bañarlos con agua fría y mantenerlos aislados mientras lloraban sin consuelo.
La denuncia fue formalizada por la Dirección de Género y Generacional de la Alcaldía de Cochabamba, luego de que padres de familia y extrabajadoras del centro infantil presentaran videos y fotografías que evidencian las agresiones. La directora, quien tiene doble nacionalidad, fue trasladada a dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) para evitar su fuga del país, informó Tatiana Herrera, responsable de esa unidad municipal.
“La directora podría escapar del país al tener doble nacionalidad. Los padres llegaron desesperados y decidimos formalizar la denuncia ante la FELCC. Ella fue aprehendida y trasladada a la policía para rendir su declaración”, explicó Herrera. La funcionaria advirtió además que se han asegurado materiales como grabaciones y documentos que servirán como evidencia.
Una extrabajadora del centro infantil brindó un testimonio estremecedor. “La directora jaloneaba a los niños, les daba palmadas, les metía la cuchara a la fuerza, y si vomitaban, tenían que comerse eso. Los bañaba con agua fría y los dejaba llorar hasta que se agotaran. Nos obligaba a ser duras y estrictas, incluso una vez un niño se hizo popó y se lo lavó con agua helada. No se los amarraba a los bebés, pero los envolvía de tal forma que no podían moverse”.
El operativo fue ejecutado de forma conjunta por la Policía, la Fiscalía y la Defensoría de la Niñez. Durante la intervención se confiscaron grabaciones de las cámaras de seguridad y otros materiales que confirmaban el maltrato sistemático. Se estima que al menos 25 padres de familia presentaron denuncias formales y exigen una investigación profunda.
“Son imágenes sensibles, fuertes. Vamos a trabajar terapéuticamente con los niños y los papás, que están completamente destruidos”, agregó Herrera. La mayoría de los menores afectados aún no sabe hablar, lo que dificulta aún más el abordaje de las secuelas psicológicas.
La directora aprehendida pasó la noche en celdas policiales, a la espera de su audiencia de medidas cautelares. La Fiscalía, por su parte, ha solicitado su arraigo mientras se continúa con la investigación.
BD/RED