El fuego afectó este lunes a tres comunidades tacanas: Santa Fe, Carmen Pecha y Macahua.
Brújula Digital |15|10|24|
Los incendios que afectan al municipio paceño de Ixiamas, en el norte del departamento, ponen en riesgo las vertientes que suministran agua a la población, alertó esta mañana la bombera voluntaria Carla Parra, quien solicitó ayuda urgente a las autoridades nacionales para combatir el fuego.
"Lamentablemente, en el sector de Tequeje, el incendio ha arrasado con todas las parcelas en el trayecto de Ixiamas a San Buenaventura. Lo que nos preocupa es que nuestra fuente de agua está en peligro. Es un área protegida municipal que abastece de agua a todo el municipio de Ixiamas. No queremos que el fuego avance hacia la serranía, porque sería muy difícil controlarlo y apagarlo", advirtió Parra en una entrevista con Unitel.
La alcaldía de Ixiamas declara estado de emergencia y pide apoyo nacional
El incendio empeoró la noche del sábado y el lunes se salió de control, afectando cultivos de plátano y cacao, señaló Parra. El fuego impacta ambos lados de la carretera Ixiamas-Tequeje.
Ante esta situación, la alcaldía de Ixiamas declaró el estado de emergencia y solicitó apoyo del Gobierno nacional.
"Necesitamos ayuda nacional de inmediato, porque esto se está descontrolando y no queremos vivir lo que sucede actualmente en la Chiquitanía. Aún podemos controlarlo, pero requerimos más refuerzos, más recursos humanos", enfatizó Parra.
El avance del fuego ha destruido cultivos y la carretera de San Buenaventura
Agregó que el incendio afectó a tres comunidades indígenas tacanas: Santa Fe, Carmen Pecha y Macahua. Aún no se tiene información precisa sobre la cantidad de hectáreas afectadas.
"Por ahora desconocemos cuántas hectáreas se han perdido. Estamos solicitando informes para saberlo con exactitud. Sin embargo, es triste ver Ixiamas cubierto de cenizas, y la carretera a San Buenaventura ya está prácticamente destruida", concluyó.
Los incendios forestales en Bolivia, según cifras oficiales, han quemado más de 10 millones de hectáreas en Santa Cruz, Beni, Pando y algunas localidades del norte de La Paz. El 30 de septiembre, el Gobierno aprobó un decreto de declaratoria de desastre natural.
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