El director de CIPCA Santa Cruz indica que el grado de devastación va a traer consecuencias nefastas en el mediano plazo.
Una vista aérea de una zona afectada por los incendios forestales en la comunidad Las Petas, de Santa Cruz. Foto: Gobernación de Santa Cruz
Brújula Digital|11|10|24|
Sumando Voces
Los incendios forestales, que hasta septiembre dejaron 10,1 millones de hectáreas quemadas, según la Fundación Tierra, consumieron hasta los sistemas agroforestales que se habían levantado en las comunidades para preservar el bosque y para generar ingresos para las comunidades. En ese marco, prevén consecuencias devastadoras, que van desde la crisis hídrica hasta la crisis alimentaria.
El director de Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) Santa Cruz, Marcelo Arandia, explicó que en el caso de San Ignacio de Velasco, las afectaciones llegan a 29.782 hectáreas en sólo ocho comunidades donde trabaja la institución, lo que incluye sistemas agroforestales y potreros.
Impacto en las comunidades y su economía
“Son áreas para la recolección de frutos del bosque donde las compañeras y los compañeros desarrollan esta actividad de transformar el bosque”, dijo Arandia a Sumando Voces.
Similar reporte tiene de Concepción, donde en seis comunidades, que “son el núcleo de la catástrofe”, se han perdido 38 hectáreas de cultivos bajo sistemas agroforestales, aproximadamente 660 hectáreas de potreros para ganadería, “y aquí lo más lamentable es que en las áreas de recolección de cusi o copaibo, estamos hablando de 350 hectáreas, donde las mujeres desarrollan la transformación de estas palmeras en champú, jabones y otros, que le permite apuntalar económicamente a su familia, pero lamentablemente ahora lo han perdido todo”.
Proyecciones sombrías para el futuro
Arandia asegura que lo preocupante es lo que se viene de aquí para adelante “porque el grado de devastación, el grado de pérdida de bosque primario va a traer consecuencias nefastas en el mediano plazo, dado que esto va a generar cambios en el régimen climático”.
Por tanto, dice el especialista, los incendios van a generar “problemas severos de desabastecimiento, de inseguridad alimentaria y, por ende, profundización de problemas de pobreza y de desigualdad territorial. No hay que olvidar que los niños de estos municipios prácticamente están casi dos meses y medio sin asistir a clases normales”. Al margen, también prevé una crisis hídrica y procesos migratorios.
Frente a eso, considera urgente empezar a trabajar en la dotación de semillas, implementación de huertos familiares, entre otros aspectos que ayuden a las familias a salir adelante tras la devastación de los incendios.
BD/