Este jueves se presentó el informe “Vidas entrelazadas, hilos de esperanza: eliminar las desigualdades en material salud, derechos sexuales y reproductivos” del Estado de la Población Mundial 2024.
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Brújula Digital|23|05|24|
El analista de Programa en Calidad y Atención de Servicios del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Gustavo Tapia, señaló que, a pesar de los esfuerzos y los avances, la desigualdad de género y los embarazos de adolescentes son los temas pendientes del país.
Este jueves se realizó la presentación del informe “Vidas entrelazadas, hilos de esperanza: eliminar las desigualdades en material salud, derechos sexuales y reproductivos” del Estado de la Población Mundial 2024 en el que se denuncia el racismo, sexismo y otras formas de discriminación.
“Ha habido bastantes avances que por ejemplo en el tema de la reducción de embarazo no intencional en la adolescencia, año tras año se ha ido reduciendo el número absoluto de embarazos, pero aun así el número es importante y tenemos muchos desafíos para ir trabajando en este tema”, afirmó Tapia.
En 2022, el Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia registró 35.250 casos de embarazos en adolescentes. Hubo 2.119 casos en el grupo de edad de 10 a 14 años y 33.131 en el grupo de 15 a 19 años. Estas cifras marcan una disminución desde 2015, cuando se registraron 82.416 casos en total. Aun así, los datos son alarmantes.
El informe revela preocupantes carencias en el acceso de mujeres y niñas a servicios vitales de salud sexual y reproductiva, como anticonceptivos, asistencia al parto y atención materna basada en el respeto.
Aún se debe trabajar en cuanto a la cobertura y acceso pleno a la salud sexual y reproductiva, especialmente para poblaciones como LGTBIQ+ y comunidades indígenas que residen en zonas rurales dispersas.
A pesar del notable aumento del 19,3% en el uso de métodos anticonceptivos modernos entre 1998 y 2016, según el informe de UNFPA, aproximadamente el 10% de las mujeres casadas o unidas indican que la decisión sobre el uso de estos métodos recae en su pareja.
En otras palabras, la capacidad de las mujeres para decidir si quieren tener hijos o no aún requiere atención y trabajo adicional, ya que la desigualdad de género persistente en el país y limita la autonomía de la mujer en esta área crucial de sus vidas.
“Todavía estamos enfrentando con la desigualdad de género, estamos enfrentando estas situaciones que pueden en cierta manera menoscabar este poder de decidir de las mujeres, de las adolescentes”, añadió Tapia.
El analista destacó el trabajo del Gobierno en cuanto al Seguro Universal de Salud (SUS), que ha facilitado el acceso a una amplia gama de servicios, incluyendo salud sexual y reproductiva, anticoncepción, y atención integral de adolescentes. Además, del esfuerzo para llegar a poblaciones alejadas.
Tapia resaltó que lo más importante del informe es trabajar de forma “articulada” para que se pueda viabilizar el acceso a los servicios “y una vida libre de violencia, plena en la que cada embarazo sea deseado y cada adolescente y joven pueda alcanzar su máximo potencial”.
Consecuencias del embarazo en adolescentes
Los embarazos en adolescentes traen consigo serias consecuencias socioeconómicas en las mujeres. Un estudio previo realizado por el Ministerio de Salud y UNFPA determinó que el embarazo en la adolescencia y la maternidad a temprana edad incide en que las mujeres se educan menos, lo que luego les dificulta su inserción laboral y finalmente tienen menos salarios o directamente quedan en el desempleo.
Las mujeres que fueron madres en la adolescencia tuvieron 2,7 veces menos oportunidades de obtener un título universitario que las que postergaron su vida materna. Solo el 7,4% de las madres adolescentes lograron obtener un título universitario a diferencia de las madres adultas, cuya cifra asciende a un 20,3%.
BD/AGT