“Hay carteles internacionales que sabemos que están operando en Bolivia”, dijo el viceministro Justiniano, quien enfatizó en la importancia de trabajar en conjunto con otras agencias internacionales.
Brújula Digital|12|11|25|
A diferencia de los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), la administración del presidente del Estado, Rodrigo Paz, reconoció que existen cárteles de droga que operan en el país, lo que obliga a coordinar esfuerzos con agencias internacionales, informó el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano.
“Hay carteles internacionales que sabemos que están operando en Bolivia y nosotros no podemos estar solamente con la fuerza local tratando de hacer una fuerza contra el narcotráfico. Debemos integrarnos y necesitamos cooperación”, dijo Justiniano esta mañana en una entrevista con Unitel.
En reiteradas ocasiones, los gobiernos del MAS negaron la presencia de cárteles internacionales en Bolivia, aunque admitieron la existencia de narcotraficantes internacionales en el territorio nacional. En septiembre, el entonces presidente Luis Arce aseguró que en el país operaban únicamente “emisarios” de organizaciones criminales del exterior.
“Evidentemente aquí hay que aclarar que no hay presencia de cárteles aquí en nuestro país. Se tratan de emisarios que están, que vienen permanentemente promocionando el negocio”, dijo Arce el lunes 8 de septiembre tras ser consultado por la presencia de Sérgio Luiz de Freitas Filho, uno de los líderes del Primer Comando de la Capital (PCC) de Brasil.
El Gobierno busca cooperación internacional
Justiniano destacó que para el Gobierno es “fundamental” sumar esfuerzos con otros países en la lucha contra el narcotráfico, ya que enfrentarlo de forma aislada limita la efectividad de las acciones.
“Para nosotros es fundamental volver a integrarnos en una lucha mundial contra el narcotráfico y no solamente una lucha de Bolivia” (…) el hecho de decir que en Bolivia no queremos cooperar o en Bolivia queremos valernos por nosotros mismos, impide que nosotros tengamos información de inteligencia, de flujos migratorios (…) un montón de información que necesitamos para hacer una buena lucha contra el narcotráfico”.
Sostuvo que, aunque en los anteriores gobiernos masistas se mantuvo la interdicción, no se impulsó una política internacional que permita enfrentar el narcotráfico con mayor eficacia. Por ello, reiteró, que se necesita evitar que Bolivia “pelee solo” y subrayó que el objetivo debe ser impedir la producción de cocaína en el país.
El martes, el ministro de Gobierno, Marco Antonio Oviedo, manifestó que el Ejecutivo está abierto a trabajar con diferentes agencias internacionales, entre ellas la DEA (Administración de Control de Drogas, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Presencia del PCC
En los últimos meses se conoció que algunos cabecillas del Primer Comando de la Capital (PCC), una de las organizaciones criminales más grandes de Brasil, residían en Bolivia con identidades falsas.
El 7 de septiembre, la cadena brasileña Red Globo difundió un reportaje que reveló que Luiz de Freitas Filho vivió en Santa Cruz durante más de 10 años, rodeado de lujos y fiestas.
Según la misma investigación, otros narcotraficantes vinculados al PCC que se ocultaron en el país fueron Gilberto Aparecido dos Santos, alias Fuminho, detenido en Mozambique y extraditado; André do Rap, aún prófugo; y Marcos Roberto de Almeida, conocido como Tuta, capturado en mayo de este año en Santa Cruz mientras intentaba renovar un documento falso.
En la capital cruceña también residió el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, actualmente prófugo.
BD/JA