La Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) llevó adelante un operativo antidroga que terminó en un intercambio de disparos entre efectivos policiales y un grupo de narcotraficantes.
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La Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) llevó adelante un operativo antidroga que terminó en un intercambio de disparos entre efectivos policiales y un grupo de narcotraficantes. Estos hombres fueron sorprendidos mientras cargaban 458 kilos de cocaína a una avioneta en una pista clandestina, ubicada en inmediaciones de la comunidad de Lojota, dentro del Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure (Tipnis), en la zona limítrofe entre los departamentos de Cochabamba y Beni.
Según el informe oficial, los agentes detectaron la pista clandestina durante un patrullaje de rutina y procedieron a la intervención. En ese momento, sorprendieron a varias personas cargando 15 bolsas de yute con paquetes de cocaína en forma de ladrillo. Los narcotraficantes, al notar la presencia policial, huyeron hacia el monte abriendo fuego contra los uniformados, quienes repelieron el ataque utilizando sus armas de reglamento.
Durante la acción, los efectivos inmovilizaron la aeronave mediante disparos dirigidos al motor, lo que impidió su despegue y facilitó la captura del piloto, identificado como Edwuard Fabricio O.R., ciudadano colombiano naturalizado boliviano de 34 años, quien fue aprehendido en el lugar.
Los paquetes de droga incautados presentaban símbolos distintivos como un delfín, la palabra “Zaragoza” y la mitad de un escudo rojo con un caballo blanco, lo que refuerza las sospechas de una posible conexión con una red internacional de narcotráfico.
La avioneta y la sustancia controlada fueron trasladadas a instalaciones policiales, mientras la Fiscalía continúa las investigaciones para identificar al resto de los involucrados y esclarecer el destino del cargamento. El piloto detenido será puesto a disposición del Ministerio Público en las próximas horas. Las autoridades anunciaron que los operativos en la zona se intensificarán para frenar los denominados “narcovuelos” en áreas protegidas.
BD/RED