En el mes en que se recuerda el Día Mundial del Medio Ambiente, la Organización que representa a más de 14.000 productores de oleaginosas y trigo resalta la importancia de realizar prácticas sostenibles con los recursos naturales.
Cultivos de maíz. Foto: Anapo
Brújula Digital |17|06|22|
En conmemoración del 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) reafirma su trabajo con los productores para promover una producción responsable con el medio ambiente, a través del uso de prácticas conservacionistas que permitan cuidar los recursos naturales, de suelo y agua, principalmente.
Desde hace más de 50 años, cada junio se realizan una serie de actividades a nivel mundial con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de cuidar el planeta y reducir el riesgo de desastres naturales a causa del calentamiento global. Año tras año, el mundo vive sequías, cambio de temperaturas, incendios y otros que afectan el ecosistema y reducen la vida animal y vegetal. Por ello, se busca motivar a las personas y empresas a aplicar prácticas de manejo sostenible en la producción agropecuaria.
En ese sentido, Anapo desde hace muchos años promueve y desarrolla junto a sus productores asociados la adopción del sistema de siembra directa, que combina la labranza sin el arado del suelo y la rotación de cultivos, como una práctica de cuidado y respeto con el medioambiente, convencidos de que es la mejor manera de lograr la sostenibilidad de su sistema productivo. El técnico extensionista de ANAPO, ingeniero David Cortez, explica que difunden el uso de buenas prácticas agrícolas y ambientales, en base a un análisis y buen manejo de suelo, el mantenimiento de su cobertura, el uso de drenajes, el manejo responsable de fertilizantes, ya sean minerales o abonos orgánicos y la gestión responsable de los fitosanitarios que se aplican a los cultivos, pues todo ello repercute en lograr una producción sostenible con el medio ambiente.
Los productores adoptan la practica conservacionista de siembra directa para incrementar la materia orgánica de su suelo. Uno de ellos es Rosendo Vera, un pequeño productor de Cuatro Cañadas del departamento de Santa Cruz, quien siembra y cosecha trigo, girasol y sorgo y ha aprendido a rotar cultivos para incorporar el rastrojo en el suelo y evitar la degradación y erosión. “Una vez coseche el sorgo, dejo el rastrojo como cobertura y con la lluvia futura hará que el suelo se mantenga húmedo así será más productivo y fértil, es una práctica natural de cuidado de la tierra”, indica el productor.
“El productor de Anapo reconoce que la tierra es su fuente de trabajo, su principal factor de producción, por ello aplica prácticas conservacionistas como la siembra directa para mantener su fertilidad y productividad en el tiempo”, sostiene Jaime Hernández, Gerente General de la institución.
Como apoyo a los productores, se realizan capacitaciones tanto en campo como en cursos, y recorridos en parcelas demostrativas para explicar y ver los cuidados que se deben tener con el suelo, elemento primordial para la sostenibilidad de la producción. “Un mal manejo del suelo va disminuyendo su capacidad productiva, por eso los esfuerzos que hemos realizado para que los productores conozcan los beneficios y adopten la tecnología de la siembra directa, que actualmente ya se utilizan en un 80 por ciento de la superficie de producción con cultivos de granos como la soya, trigo, girasol, maíz y sorgo”, puntualiza.
BD