Se anuncia que el crecimiento del PIB para este año será uno de los más altos en la región, y la inflación prevista, una de las más bajas: 3,4%
Los ministros José Luis Parada y Carlos Melchor Díaz junto al presidente del BCB, Guillermo Aponte. Foto: ABI
Brújula Digital|07|02|20|
Los ministerios de Economía y de Planificación del Desarrollo, además del Banco Central de Bolivia (BCB), suscribieron el jueves el Programa Fiscal Financiero 2020, que proyecta para este año un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional de 3,5%, una inflación del 3,4% y disminuir el déficit de 7,2% a 6,6%.
“El presente programa financiero 2020 tiene como objetivo el crecimiento del PIB de 3,5% para el 2020, en un rango entre 2,6 y 4%”, dijo el presidente del BCB, Guillermo Aponte, tras la firma del programa.
El presidente del BCB destacó que el crecimiento de 3,5% para este año, será uno de los más altos en la región, y la inflación prevista, una de las más bajas.
También indicó que este año se prevé continuar con la reducción del déficit
fiscal, que en 2018 fue 8,1%, en 2019 bajó a 7,2% y en 2020 se prevé que
descienda hasta 6,6%.
Por su parte, el ministro de Economía, José Luis Parada, indicó que el Programa Fiscal Financiero 2020 permite recuperar la institucionalidad de la hacienda pública que, a su juicio, fue totalmente golpeada durante los últimos 14 años.
Destacó que el acuerdo es integral porque permite al Ministerio de Planificación manejar correctamente el programa de inversiones, mientras que el BCB se concentra en la política monetaria y el Ministerio de Economía, como cabeza de sector, vela por la administración de los recursos públicos.
Entretanto, el ministro de Planificación, Carlos Melchor Díaz, señaló que el
Programa Fiscal Financiero 2020 se formuló con la perspectiva de mantener el
dinamismo de la actividad económica, el empleo y los programas de protección
social, sustentados en la estabilidad económica, que significa una inflación
controlada, la solidez del sistema financiero, la sostenibilidad de la deuda
pública y un menor déficit fiscal en cuenta corriente de balanza de pagos, que
debe expresarse en la reducción de los desequilibrios fiscales y su consiguiente
efecto positivo en las reservas internacionales.