Fuente: BCB
Brújula Digital|15|01|20|
En los 14 años de gobierno ininterrumpidos de Evo Morales la deuda externa del país trepó de 3.285 millones en 2006 a 11.056 millones de dólares a noviembre de 2019, cuando Morales renunció por fraude electoral, luego huyó a México y finalmente consiguió refugio en Argentina.
“La deuda externa ha crecido en forma significativa a pesar del incremento en los ingresos públicos procedentes del aumento de los precios internacionales de los hidrocarburos y de los minerales”, entre el 2007 y 2015, sostuvo el presidente interino del Banco Central de Bolivia, Guillermo Aponte, en un encuentro con periodistas.
En los tres gobiernos consecutivos de Morales, la deuda creció de manera continua, en algunos años el incremento fue por más de mil millones de dólares, como en 2013 y 2014, en plena época de la bonanza de los precios altos de las materias primas.
Entre 2016 y 2017 el incremento de la deuda externa fue en más de dos mil millones de dólares; en el último año de Morales, en el año electoral fallido, el incremento fue de casi mil millones de dólares.
En febrero de 2019, cuando la deuda externa del país llegaba a 10.187 millones de dólares, el entonces ministro de Economía, Luis Arce (MAS), justificaba el endeudamiento porque supuestamente favorece al crecimiento de la economía. “Vamos a endeudarnos lo estrictamente necesario para generar el crecimiento económico que necesitamos. No vamos a sobrepasar la capacidad de pago que tenga el país como lo hicieron los gobiernos del pasado”, dijo entonces la exautoridad que en diciembre huyó a México.
Según el Ministerio de Economía, el monto de la deuda externa a febrero de 2018 representaba el 23,3% del Producto Interno Bruto (PIB).
En el segundo mes del año anterior, Arce también dijo que desde 2005 hasta el primer bimestre de 2019 la deuda externa se duplicó, pero el ingreso de los bolivianos supuestamente se habría cuadruplicado.