Tres interpelaciones derivaron en defensa de teoría de “golpe de Estado” y críticas al gobierno de Añez

Brújula Digital |21|07|21|

Tres interpelaciones desarrolladas en la Asamblea Legislativa Plurinacional sirvieron para que el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) defienda su teoría del “golpe de Estado” en 2019 y critique las acciones desarrolladas en el gobierno de Jeanine Añez, para dejar en segundo plano los temas por los cuales fueron convocadas.

Esos fueron los destinos de las interpelaciones llevadas a cabo por vulneraciones al debido proceso en contra de la expresidenta Jeanine Añez, planteada al ministro de Justicia, Iván Lima; por la detención irregular de la exmandantaria, en contra del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo; y, la más reciente llevada a cabo ayer martes, por la lucha y la campaña de vacunación en contra el coronavirus, al ministro de Salud, Jeyson Auza. 

La primera interpelación tuvo lugar el 2 de junio. El interpelado fue el Ministro de Justicia. Los interpelantes fueron asambleístas de oposición, quienes plantearon cinco preguntas referidas a la vulneración de derechos y al debido proceso en contra de Añez, detenida preventivamente desde mediados de marzo, dentro del proceso denominado “golpe de Estado”.

En esa sesión de fiscalización, Lima defendió la teoría de “golpe de Estado” del MAS y desconoció el informe de auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA), sobre el cómputo de las elecciones generales de 2019, requerida por el gobierno de Evo Morales, documento que dio pie a acusación de fraude electoral en contra de Morales y a la dimisión de éste a la Presidencia.

En su posición rechazó que en 2019 haya habido fraude electoral y ratificó que hubo un “golpe de Estado”. Incluso señaló que Añez no merecía ser llamada “presidente”, debido a que, según su posición había vulnerado la sucesión constitucional.

Esa postura fue criticada por el jefe de la bancada de la alianza opositora Creemos, el diputado Erwin Bazán. “No tenemos ministro de Justicia en el país porque claramente hoy (Lima) es el defensor del fraude, el abogado de Evo Morales, además es quien está tejiendo esta suerte de relato para sostener que en Bolivia hubo supuestamente un golpe de Estado y que no hubiera fraude. Él (Lima) ya dictó sentencia, no está promoviendo la investigación de los delitos que cometieron Morales y su entorno”, dijo el jefe de bancada de Creemos en Diputados, Erwin Bazán.

El segundo acto de interpelación tuvo lugar el 8 de junio. El interpelado fue el Ministro de Gobierno. Los interpelantes fueron parlamentarios de Creemos, quienes plantearon seis preguntas por la detención preventiva de Añez.

De principio, en su intervención, Del Castillo pidió un minuto de silencio por las más de 30 personas que fallecieron en Senkata y Sacaba, cuando en el gobierno de Añez fuerzas policiales y militares intervinieron marchas de sectores que rechazaban la renuncia de Morales a la Presidencia.

En esa sesión, las intervenciones de asambleístas de oposición y oficialismo fueron interferidas por gritos de bancadas rivales, por lo que el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani, tuvo que intervenir en reiteradas ocasiones para pedir calma y cordura.

En medio de ese clima de confrontación verbal entre oficialistas y opositores, los asambleístas Antonio Colque (MAS) y Henry Montero (Creemos) se fueron a los golpes, un hecho que tuvo repercusiones no sólo en el ámbito nacional, sino también en el internacional.

En la más reciente interpelación, el martes, el Ministro de Salud criticó las políticas desarrolladas en el gobierno de Añez para contener el coronavirus, desde las cuarentenas aplicadas hasta la falta de medicamentos y el registro de una mayor tasa de letalidad durante la primera ola de la pandemia. En este caso los interpelantes eran 10 diputados del MAS, quienes también cuestionaron al “gobierno de facto”.

En las tres interpelaciones, la mayoría de asambleístas el MAS dio su voto de confianza a los interpelados. En la última, incluso, el Ministro de Salud fue sacado en hombros de la Asamblea Legislativa, por una barra que lo acompañó en la plaza Murillo desde que ingresó a la sesión de interpelación.

BD/JJC