Para relaticvizar la responsabilidad de su gobierno respecto de las actividades del narcotráfico en el país, recordó eventos de décadas anteriores en los que se vivieron escándalos relacionados a ese flagelo.
Presidente Luis Arce en la sesión de Honor por los 198 años de independencia de Bolivia. Foto: Captura de video
Brújula Digital |06|08|23|
En un extenso discurso de casi una hora de duración, el presidente Luis Arce denunció que existen “amenazas externas” que desean controlar el litio y otros recursos bolivianos, pero no reconoció ningún problema interno, como la falta de dólares, la desaceleración económica, el aumento de la informalidad y las peleas al interior del MAS.
Para relativizar la responsabilidad de su gobierno respecto de las actividades del narcotráfico en el país, recordó eventos de décadas anteriores en los que se vivieron escándalos relacionados a ese flagelo.
Como es su costumbre, y lo fue del expresidente Evo Morales, Arce destacó lo que él considera un importante crecimiento económico, pese a la desaceleración de las cifras, la baja inflación y los planes que pretenden industrializar el país.
En ese sentido, una parte de su discurso se centró en el litio y sus posibilidades económicas: “Bolivia hoy se ve nuevamente amenazada por la ambición extranjera sobre nuestras riquezas naturales. Divididos y confrontados entre bolivianos, podríamos volver a ser presa fácil de intereses ajenos a los de la Patria”, señaló en su mensaje por el 198 aniversario del país desde la Casa de la Libertad, en Sucre.
“Ser conscientes de esta posibilidad nos debe llevar a sumar esfuerzos para enfrentar futuras contingencias con un sentido de patria, con priorizar el bien común y no intereses personales”, dijo.
Arce recordó el volumen de reservas de litio que tiene Bolivia y dijo que su industrialización y producción generará importantes recursos para el bien del desarrollo del país. No mencionó que durante el gobierno de Evo Morales, en el que él fue el ministro de Economía, se invirtieron en proyectos de litio unos mil millones de dólares, pero con resultados prácticamente nulos en cuanto a obtención de recursos por exportaciones.
Pese a ello, recordó que su gobierno firmó en los últimos meses convenios con dos empresas chinas y una rusa que comprometieron 2.800 millones de dólares inversión en el salar de Uyuni.
Arce reiteró un viejo discurso de la izquierda en sentido de que “puede suceder, como ocurrió en el pasado con la plata, la goma, el estaño, que se arremeta contra la posibilidad histórica de todos los bolivianos, de ser una sociedad sin pobres, con un nivel de vida digno y con posibilidad de tener el desarrollo tecnológico que nunca antes tuvimos”.
Problemas de la sociedad boliviana
En contraste con eso, Arce no admitió ninguno de los problemas que afectan a su gobierno, como corrupción de altas autoridades, escándalos de narcotráfico, falta de dólares, desaceleración económica y el incremento de la informalidad.
Sobre los numerosos escándalos de narcotráfico registrados en los dos últimos años, Arce dijo muy poco, excepto la “regionalización con soberanía” de la lucha antidrogas.
“La propuesta al mundo es la regionalización de la lucha contra el narcotráfico”, dijo, pero sin dar ningún detalle de cómo se podría encarar esta estrategia.
Para diluir el impacto de los casos de narcotráfico que acorralan a su gobierno, hizo un repaso de otros eventos similares ocurridos desde 1980. Recordó la “narcodictadura” de Luis García Meza y Luis Arce Gómez; al narcotraficante Roberto Suárez, conocido como el rey de la cocaína, de quien dijo tuvo relaciones con la clase política boliviana de entonces; la muerte del científico Noel Kempff Mercado a manos de narcotraficantes, durante el gobierno de Víctor Paz; los denominados “narcovínculos” que afectaron a la dirigencia del MIR a principios de los años 90; y el caso del denominado narcoavión en la gestión de Gonzalo Sánchez de Lozada.
Pero Arce no hizo referencia alguna sobre media tonelada de droga enviada por la línea aérea del gobierno hacia España, las dos toneladas de droga recientemente descubiertas en Arica, las actividades del clan Lima Lobo, ni la imposibilidad que tienen las autoridades, hasta que se escribe este artículo, en detener al narco uruguayo Sebastián Marset, pese a que es buscado aparatosamente por 2.250 policías en todo el país.
BD/RPU