Se vienen los debates oficiales rumbo a la segunda vuelta. ¿Cómo deberían ser estos espacios luego de la experiencia de la primera vuelta? Especialistas sugieren que sean espacios para contrastar ideas y propuestas sin caer en los insultos o la confrontación.
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Sumando Voces
Yolanda Salazar
Se vienen los debates oficiales rumbo a la segunda vuelta. ¿Cómo deberían ser estos espacios luego de la experiencia de la primera vuelta? Especialistas sugieren que sean espacios para contrastar ideas y propuestas sin caer en los insultos o la confrontación.
Para la historiadora Sayuri Loza es necesario que los debates sean espacios donde los candidatos demuestren que pueden “debatir y no discutir”, en los que cada uno exponga sus ideas, tenga la capacidad de escuchar los argumentos del otro y se concentre en las propuestas.
“No puedes debatir con opiniones o con prejuicios, tienes que debatir con datos y respuestas directas y efectivas. No debería ser para ganar o perder, sino para generar consenso”, afirmó Loza.
El analista en comunicación política, Carlos Saavedra, coincidió en que el debate tiene un valor democrático porque permite a la población notar la “consistencia de los planteamientos” de las candidaturas. “Contrasta ideas y permite ver la solidez argumental para plantear propuestas, hacer un diagnóstico de la situación y generar perspectivas de futuro”, dijo.
Aunque reconoció que no siempre es decisivo en el voto, Saavedra sostuvo que los debates sí son esenciales para el fortalecimiento de la democracia, siempre que se eleven el “nivel y la calidad” de estos espacios, aún dominados por ataques personales y confrontaciones.
Según el estudio Delphi de septiembre de este año realizado por la Friedrich Ebert Stiftung (FES), un 28% está medianamente satisfecho con la calidad de debate entre candidatos presidenciales en primera vuelta, mientras que un 13 % lo calificó de pésimo y un 10 % cerca de excelente.
El debate centrado en propuestas
Loza recordó que en las últimas dos décadas los candidatos del aún oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) Evo Morales y el presidente Luis Arce no debatieron en tiempos electorales, una situación que dañó el diálogo político. Además, sostuvo que los debates que hubo en la primera vuelta de estos comicios generales parecían más un “encuentro entre candidatos que se hacían preguntas irrelevantes” y aprovechaban de hacerse “guerra sucia”, burlarse y faltarse el respeto desviando la atención de lo que realmente importa: las propuestas, en especial en tiempos de crisis como el que vive Bolivia.
Rumbo al balotaje, el Partido Demócrata Cristiano (PDC), de Rodrigo Paz Pereira y Edman Lara, anunció que no asistirá a foros o debates excepto a los dos convocados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), el 5 y 12 de octubre. El argumento es que su agenda “intensa y altamente comprometida” prioriza el “diálogo directo” con sectores sociales.
Para el debate vicepresidencial de este 5 de octubre los dos candidatos ya confirmaron su presencia. Algunos de los temas que se abordarán son la gobernabilidad, las leyes prioritarias que necesita el país, el manejo de la Asamblea Legislativa, según el TSE.
La hermenéutica del debate será pregunta, respuesta del candidato que podrá hacer la dúplica y la réplica, según información difundida del TSE.
Para Loza esta decisión del PDC de no asistir a otros espacios tiene que ver con cuidar la imagen de sus candidatos, en especial de Lara que ha sido controversial por sus declaraciones en redes sociales o en sus discursos que han causado revuelo mediático. Además, hay que recordar que Lara no participó en ningún debate en la primera vuelta.
El TSE confirmó que ambas fuerzas políticas se comprometieron a participar en los debates oficiales con el fin de garantizar un voto informado. El de vicepresidenciables será el 5 de octubre en Santa Cruz y el de presidenciables, el 12 de octubre en La Paz.
Por su parte, la sociedad civil también organizó un foro para este miércoles 1 de octubre en Santa Cruz, para presentar a los candidatos las propuestas sobre tierra, territorio y medio ambiente, aunque no se sabe si los candidatos acudirán.
Saavedra recordó que en la primera vuelta hubo una “sobredosis” de debates organizados por diferentes actores, lo que “desfiguró la lógica” de estos espacios. Propuso encontrar un “justo equilibrio” e “institucionalizar” los debates para próximas elecciones. “Esperemos que el próximo proceso electoral, para las subnacionales, pueda establecerse como primera experiencia de institucionalización”, afirmó.
En la Asamblea Legislativa se introdujo este año un proyecto de ley para obligar a los candidatos a debatir, con sanciones en caso de inasistencia, pero no prosperó.
Hacia una cultura del debate
Loza sostuvo que para que un debate sea “saludable” deben formularse preguntas de expertos, evitar que los candidatos se insulten con sanciones a quienes lo hagan y priorizar la claridad de propuestas sobre el rating televisivo. Además, remarcó que se necesita lenguaje sencillo y ameno para llegar a toda la población y mantener su atención.
Tanto Loza como Saavedra coincidieron en la necesidad de construir una cultura del debate en Bolivia. Uno de los países con mayor tradición en este ámbito es Estados Unidos, que tiene experiencia en realizar debates en tiempos electorales, pero también fomenta este tipo de actividades en las escuelas y universidades.
Los colegios son espacios importantes en los que ambos expertos señalan que se debe impulsar el debate, para que el contrastar ideas con argumentos sea una práctica que se aprenda y que se ejecute para luego exigir a los futuros líderes que debatan.
“Que el debate no sea una razón para pelear, para abuchearse, para discutir, sino una razón para hallar luces en medio de un problema complejo, donde haya opiniones diferentes y que el debate sirva para irse por un lado o por el otro y creo que eso solamente se logra desde el colegio”, sostuvo Loza.
Saavedra agregó que también se requieren escuelas de liderazgo y debates internos en las fuerzas políticas para nutrir la formación democrática.
Próximos debates
De cara a los encuentros oficiales del 5 y 12 de octubre, los especialistas esperan que los candidatos se centren en propuestas y dejen atrás los ataques. “El electorado ya siente hastío de la confrontación y necesita certidumbre”, señaló Saavedra, quien pidió debates con más ideas y menos insultos.
El reto, concluyen los expertos, es que Bolivia pase de discutir a debatir, y que estos espacios no sean una trinchera de ataques, sino una herramienta para fortalecer el diálogo y la democracia.
BD/