Evo Morales aseguró este domingo que en América Latina se vive un “segundo Plan Cóndor”.
EFE|13|07|25
El expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019) aseguró este domingo que en América Latina se vive un “segundo Plan Cóndor”, ejecutado por jueces y fiscales, y ejemplificó con el caso de la condena a la expresidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015): “Cuando no pueden con balas, lo hacen con leyes".
“Esto es el segundo Plan Cóndor. En el primero quienes ejecutaban a referentes de tendencia humanista y progresista eran generales y coroneles, ahora son jueces y fiscales”, afirmó Morales durante una entrevista en el programa de radio argentino 'A confesión de parte'.
Comparó su situación con la de Cristina Fernández, quien se encuentra en prisión domiciliaria desde el 17 de junio tras ser condenada por corrupción: “Cuando no pueden con balas, como hicieron con la hermana Cristina, lo hacen con leyes: primero la acusación y luego sentenciar e inhabilitar de manera perpetua”.
El exmandatario denunció también su inhabilitación electoral y señaló que, según todas las encuestas, si se presentara a las presidenciales ganaría con amplio margen.
“Estoy primero. Si fuese candidato, gano con un 60 % mínimo. Yo hice política por la patria, no tengo ninguna denuncia por corrupción”, señaló.
Sobre el actual presidente de Bolivia, Luis Arce, dijo sentirse “totalmente traicionado” y que “se derechizó" porque aplica la receta del FMI y el Banco Mundial y "está entregando el litio”.
Acusó nuevamente a Arce de estar vinculado al intento de asesinato que sufrió en octubre de 2024: “Hace meses me dispararon 18 balas, y no hay ninguna fiscalía que investigue. Arce está detrás de todo esto”.
En el plano internacional, Morales también condenó el accionar del grupo terrorista Hamás, que atacó a Israel en octubre de 2023.
“Nuestra política es siempre en defensa de la vida, que va por encima de cualquier diferencia”, añadió.
Al hablar de su paso por Argentina durante su exilio en 2019, expresó: “No olvido al pueblo argentino. Estuve 11 meses exactamente en Argentina, confinado o finalmente exiliado”.
Por último, el líder cocalero se mostró esperanzado en el futuro de los movimientos progresistas: “Tengo mucha confianza en los movimientos populares, trabajadores, campesinos e indígenas. Y también en personalidades de la clase media”.