El expresidente Evo Morales. Foto: Archivo ABI
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Un cable revelado por Wikileaks asegura que la expulsión de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) en 2008, ordenada por el expresidente Evo Morales, estuvo motivada por acusaciones de espionaje sobre su vida personal. Según el documento, Felipe Cáceres, entonces viceministro de Defensa Social, habría explicado a funcionarios estadounidenses que Morales tomó esta decisión debido a la presunta vigilancia de la DEA sobre sus relaciones personales.
“Cáceres dijo a los funcionarios estadounidenses que la expulsión ‘tenía que ocurrir porque el presidente (Evo) Morales estaba molesto porque la DEA lo está siguiendo, especialmente cuando visita a sus novias’”, se lee en un informe enviado el 8 de septiembre de 2011 por Paulo Gregoire a Karen Hooper, según el cable publicado en la página oficial de Wikileaks.
Aunque Morales justificó la expulsión de la DEA alegando que la agencia apoyaba “actividades del golpe de Estado fallido en Bolivia” durante las protestas violentas de septiembre de 2008 en regiones como Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca, el reporte de Wikileaks sugiere que también habría influido el presunto espionaje sobre su vida privada.
El cable también destaca que la administración de Morales negó las acusaciones, cuestionando la autenticidad de los documentos filtrados. “El gobierno de Morales negó la versión de los hechos relatada en el cable y cuestionó la autenticidad de los documentos”, señala el reporte.
Este aspecto no fue mencionado en el libro Bolivia Leaks: La injerencia política de Estados Unidos contra el proceso de cambio, coordinado por Juan Ramón Quintana y basado en los mismos documentos filtrados por Wikileaks. El texto se enfoca en las actividades de la embajada estadounidense en Bolivia pero omite las declaraciones atribuidas a Cáceres.
Actualmente, Morales enfrenta actualmente varios procesos penales, incluyendo una de trata y tráfico de personas por una presunta relación con una menor de edad en 2015, de la que habría nacido una niña, según investigaciones fiscales en Yacuiba, Tarija.
BD/RED
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