Brújula Digital|14|11|24|
Este jueves, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) emitió la sentencia constitucional 0776/24/S4 en la que reconoce como válido el congreso del MAS realizado en mayo pasado por el ala arcista en la ciudad de El Alto, con lo cual le dio la sigla de ese partido al presidente Luis Arce.
El fallo establece que Grover García es el presidente de ese partido, con lo cual Evo Morales pierde esa jefatura (ver adjunto).
El magistrado relator del fallo fue Gonzalo Hurtado, que también firmó René Espada. El lunes 11 de noviembre Brújula Digital adelantó esta decisión.
Ambas facciones del MAS, la arcista y la evista, recurrieron al TCP para que sean validados sus respectivos congresos, uno realizado por el evismo en Lauca Ñ de octubre de 2023 y el otro en El Alto. Al reconocer el encuentro de El Alto, el TCP le dio el control del partido al ala arcista.
El TSE había rechazado ambos congresos debido a que no cumplían a cabalidad el propio estatuto del MAS: un congreso, para ser considerado válido, debe ser convocado por la jefatura en funciones (Evo Morales) y por representantes de las organizaciones sociales que son parte de ese partido. En el caso de Lauca Ñ, algunas de esas organizaciones no estuvieron presentes; y en el caso del congreso de El Alto, no fue convocado por la jefatura.
El TCP, sin embargo, que ha tomado muchas resoluciones a favor del gobierno, terminó aceptando el congreso de El Alto pese a no cumplir con el propio estatuto del partido.
El 1 de noviembre ya se dio un primer fallo del TCP contra Morales cuando ratificó su inhabilitación como candidato presidencial de manera indefinida. La noticia llegó en el momento de mayor debilidad de Morales, derrotado después de la organización de un boqueo de carreteras que redujo su popularidad y lo colocó como contrario a los intereses de los bolivianos, incluida su propia base.
Ahora, Arce tiene la opción de elegir a un candidato de su facción, aunque seguramente con pasibilidades electorales limitadas dada la crisis por la que atraviesa el gobierno y la casi nula popularidad del presidente.
BD/RPU
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