Brújula Digital|23|10|24|
Daniela Leytón Michovich
No es la primera vez que el argumento patriarcal saca su arsenal a la luz a la hora de defender lo indefendible. Se vale de toda una caja de herramientas para velar, nublar y confundir, para lograr la impunidad o buscar una oscura solidaridad social, sea esta a favor de Félix Salgado (Morena, México), Evo Morales (MAS, Bolivia), Silvio Berlusconi (Forza Italia), hasta Luis Alfredo Garavito o Pedro Alfonso López (Colombia).
En esta oportunidad voy a puntuar al menos cuatro mecanismos patriarcales que se están utilizando para proteger a Morales.
1. Desplazar el rol de víctima a la imagen del agresor: Cuando los pederastas Garabito y López presentaron su defensa, argumentaron una niñez difícil, haber sido víctimas de la sociedad y presentar trastornos mentales. La gente de Evo Morales chicanea que se trata de un ataque a la identidad indígena del exmandatario, a su condición de dirigente campesino y “voz del pueblo”. Al igual que en el caso de Garabito y López, Morales es la víctima de una sociedad cruel e injusta, por lo tanto él actúa en consecuencia, entonces, no es el agresor, es un pobre ser que no tiene idea de las consecuencias de sus actos, es la víctima, o como alguna vez dijo Linera, Evo es “un niño”.
2. Fusión de la imagen del agresor con la identidad nacional: Se amalgama la idea de protección a la soberanía y la dignidad nacional con la figura del agresor. Ya no se trata de estupro, violación y trata de personas, sus crímenes se convierten en acciones maliciosas de terceros. En consecuencia, se evoca a la empatía nacionalista identitaria, entonces la violencia en contra de las niñas y mujeres pasa a ser un tributo sacrificial inevitable, pasa a segundo plano y al olvido.
3. Uso de memoria selectiva: No es la primera vez que el país se entera de las denuncias de este tipo en contra de Morales, pero ¿por qué hasta ahora se hacen evidentes? Porque una sociedad patriarcal, feminicida y pedófila tiende a crear un velo y normaliza un delito tipificado como de la más alta crueldad. Al mismo tiempo, el hecho de que ahora sea público muestra que el alcance de Morales para manipular y sujetar el sistema judicial está en desventaja frente a sus enemigos en la actual administración de gobierno.
4. La reedición del caso “Manada” desde el Estado: Evo Morales activa la revictimización de las menores al amenazar a cualquiera que siga el proceso. Promete arremeter con 200 abogaduchos chicaneros, el Grupo de Puebla, los clientes beneficiados con cargos en la función pública y centenares de militantes. Esto solo indica que Evo Morales no tiene miedo, tiene pavor a todas y cada una de las niñas que no pudieron defenderse en su momento porque sabe que si una, tan solo una de ellas le mirara de frente lo pulverizaría de la historia para siempre junto a su séquito de victimarios pederastas y violadores.