Brújula Digital|17|09|24|
Gonzalo Montenegro
El 7 de noviembre próximo será inaugurado el megapuerto de Chancay por los presidentes Dina Boluarte y Xi Jinping, de Perú y China respectivamente.
Esta inauguración estará enmarcada en un evento especial: la Reunión Anual de jefes de Estado de APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation), la institución que agrupa a todos los países del Pacífico, el esquema de integración económica y política más importante del mundo, fundada en 1989.
Para la Cumbre de APEC de este año han confirmado su asistencia 21 jefes de Estado, incluidos los líderes de EEUU, China, Corea, Japón, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Singapur y los países del sudeste asiático. De América Latina, estarán presentes los presidentes de México y Chile.
Es la primera vez que en una reunión de jefes de Estado de APEC se inaugura un proyecto concreto y específico de integración entre América Latina y Asia.
Chancay tiene características que lo convierten en un proyecto de gran magnitud e importancia, siendo la primera vez que hay un proyecto de unión física entre América Latina y Asia.
Otra característica importante es que marca un cambio en la política de inversiones de China. Es la primera vez que se concreta un proyecto totalmente privado, con una inversión de más de 5.000 millones de dólares. El 70% de esta inversión será por parte de la empresa china Cosco Shipping Company y el 30% restante por la empresa peruana Volcan.
Desde el punto de vista físico, Chancay tiene una gran ventaja: está situado en la costa del Pacífico, con un calado de más de 18 metros, lo que permite la utilización de barcos cargueros de más de 20,000 contenedores. Es el único puerto con ese calado en toda la costa del Pacífico.
El objetivo primario de Chancay es facilitar, reducir costos, tiempos e incrementar el transporte de alimentos y minerales de América Latina hacia Asia. Se ha calculado que este transporte reducirá en un 30% el tiempo de traslado y, por consiguiente, el costo. Se conformará un corredor entre Asia y América Latina, conocido como el eje Chancay-Shanghái.
Chancay utilizará la tecnología más avanzada en el manejo físico del puerto: tareas de carga y descarga, transporte interno, recepción y almacenamiento de la carga, así como el manejo especial de productos perecederos, utilizando sistemas de refrigeración en barcos y contenedores.
Chancay, aun antes de su puesta en marcha, por su capacidad, ya se ha convertido en el impulsor de proyectos agrícolas y mineros no solo en Perú, sino también en países limítrofes, que han iniciado estudios para transportar su producción minera y agrícola a este puerto. Un caso emblemático es que Perú ha iniciado varios proyectos de reconstrucción de vías hacia Chancay, siendo el más importante un camino de 1,500 km financiado por Japón.
A mediano plazo se visualiza que uno de los objetivos es unir Chancay con la Amazonía brasileña, un proyecto que requiere un diseño de alta ingeniería, ya que debe cruzar tanto la Amazonía como la cordillera de los Andes. Los países del Pacífico Norte, como Ecuador y Colombia, podrán utilizar Chancay casi de inmediato por su cercanía. Ecuador, cuya producción agrícola es masiva (especialmente bananos), podrá transportar sus productos desde sus puertos hacia Chancay debido a la corta distancia que los separa.
En el Pacífico Sur, Chile, con una producción agrícola y minera significativa y mercados establecidos en Asia desde hace muchos años, podría ser inducido a transportar su carga a Chancay y consolidarla allí en megabarcos, lo que reduciría tanto el costo como el tiempo de transporte en más del 30%.
En el caso de Bolivia, Chancay nos ofrece dos alternativas para impulsar nuestro desarrollo. La primera es unirnos a los corredores que Brasil ha anunciado construir en su Amazonía, vecina a la nuestra, para incrementar nuestra producción agrícola en esa región.
La segunda, de inmediata ejecución, es buscar alternativas para aprovechar el impacto económico de Chancay. Nuestra exportación, que es básicamente de minerales, utiliza los puertos chilenos de Arica y Antofagasta, que están alejados de Chancay. Debemos estudiar la posibilidad de consolidar toda nuestra carga de exportación en territorio boliviano y, desde ese punto de acopio, llevarla al puerto más cercano a Chancay, que sería Ilo. Esta idea requiere de un estudio detallado de nuestros acuerdos con Perú y Chile.
Sin embargo, el desarrollo de Bolivia nos obliga a pensar en el mediano y largo plazo. Eventualmente, exportaremos litio, una industria de producción masiva. ¿Cómo y por dónde exportaremos este mineral? Chancay, con las ventajas que ofrece, debe inducirnos a trabajar con ellos para ser uno de sus proveedores de carga.
Gonzalo Montenegro es diplomático. Fue embajador en Japón y otros países.