Brújula Digital |14|4|20|
Mediante una carta, el asesor del candidato presidencial Luis Fernando Camacho, Ronald MacLean, rechazó un aspecto del informe sobre Bolivia de la Relatoría de Libertad de Expresión, que pertenece Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
MacLean desmiente en su misiva que durante una charla que dio Camacho, en Washington DC, adherentes de ese candidato hubieran cometido actos de violencia contra activistas y periodistas que irrumpieron en el salón donde se desarrolló el evento.
La carta señala que para comprobar aquello basta con ver el video del acto, que se realizó en el Diálogo Interamericano, en Washington, en diciembre pasado. El video muestra más bien cómo los activistas contrarios a Camacho, simpatizantes de Evo Morales y Nicolás Maduro, insultan a líder de Creemos, se suben a la tarima e intentan hacer fracasar el evento.
“Leyendo el documento de referencia no me cabe duda, tanto por el lenguaje del mismo como por las apreciaciones o rumores basados en fuentes sin ninguna solvencia, que dicho documento no fue escrito por juristas especializados en la interpretación de la Convención Americana de Derechos Humanos, sino con la participación de activistas ligados al gobierno del expresidente Evo Morales, lo que no sólo transgrede toda norma ética y de imparcialidad, sino que compromete la legitimidad y profesionalismo de la institución que usted preside”, señala parte de la misiva, enviada al presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Joel Hernández.
Para confirmar “la mala fe y la tergiversación de los hechos que presenta dicho documento”, MacLean, que fue alcalde de La Paz y ministro de Estado, hace referencia al parágrafo del informe que contiene el error:
“El párrafo sostiene que ´Según información proporcionada a esta Oficina, el 12 de diciembre durante el conversatorio realizado por la ONG The Dialogue en Washington D.C. con el líder cívico, Luis Fernando Camacho, diferentes grupos que lo apoyaban atacaron de manera verbal y física a periodistas y activistas que se manifestaban contra la presencia de Camacho en el país denunciando que el líder cívico fue uno de los gestores de un presunto golpe de estado en Bolivia. Los activistas fueron desalojados del lugar expuestos a los ataques de los partidarios de Camacho quienes los amenazaban con llamar a fuerzas migratorias para que los detengan”, dice el informe firmado por Edison Lanza, relator especial de libertad de expresión.
Según MacLean, amenazar con que fuerzas migratorias hicieran esas detenciones es absurdo, ya que algunos activistas eran estadounidenses y además porque un político boliviano no tiene poder para conseguir aquello. Además, los activistas no fueron desalojados por la fuerza.
La fuente de información utilizada en esa parte del informe se basa, entre otros, en el artículo de “una oscura publicación de activistas norteamericanos vinculados y financiados por los regímenes dictatoriales de Venezuela, Cuba y Nicaragua, que operan en Estados Unidos, denominada The Grayzone, cuya crónica lleva el título de Fascist Bolivian coup leader fails in DC Charm offensive.
Al respecto, en su carta, MacLean señala que “un Relator de Libertad de Expresión, con un mínimo de profesionalismo y honestidad, no puede utilizar ese tipo de fuentes de activistas ideológicamente sesgados y sin ningún respeto por la verdad. La denominación de fascista, así como la aseveración de que hubo un golpe de Estado en Bolivia son afirmaciones gratuitas de carácter político que no corresponden a la transición constitucional que se dio en mi país luego de 14 años de violaciones sistemáticas de derechos humanos y de un descarado fraude electoral, certificado por la propia Organización de Estados Americanos, que cobija a la CIDH que usted preside”.
Respecto a lo sucedido en ese evento, MacLean –quien participó del encuentro- ratifica que activistas del grupo "Code Pink" (compuesto mayoritariamente por ciudadanos norteamericanos, el mismo grupo que ocupó la Embajada de Venezuela en Washington en defensa de Maduro) irrumpieron agresivamente en la conferencia, se subieron a la tarima y empezaron a insultar al invitado Camacho.
Para comprobar esto, MacLean adjunta a su carta el vínculo electrónico de la grabación completa del evento publicado por el Diálogo. Cuestiona también el por qué en un informe de la CIDH, que debe consignar únicamente violaciones a los derechos humanos imputables al Estado o a agentes de un gobierno, aluda a un evento académico privado realizado en Washington DC.
Según el asesor de la campaña de Creemos, la totalidad del informe de la CIDH “está maliciosamente construido con el fin de confundir a la opinión pública sobre las violaciones y el terror que practicó el gobierno de Evo Morales y sus movimientos sociales durante 14 años contra opositores, periodistas, activistas sociales, jóvenes, mujeres y toda la población boliviana”.
Por último, la carta establece que “el Informe sobre Bolivia es vergonzoso para la CIDH” y que lo que se esperaría es que el presidente de la CIDH instruya al relator para la Libertad de Expresión que rectifique el mismo sujetándose a la verdad de los hechos, omitiendo la deriva ideológica de ese documento, y ateniéndose a los hechos jurídicamente comprobados”.