El Gobierno sostiene que los bolivianos que buscan volver al país desde Chile son militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) que buscan desestabilizar el país.
Brújula Digital |11|04|20|
El pago de 300 bolivianos a compatriotas nacionales, fue la acusación que realizó el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, contra el expresidente Evo Morales, exvicepresidente Álvaro García Linera, a los exministros Juan Ramón Quintana y Luis Arce Catacora, para que estos connacionales “se sacrifiquen” en la frontera con Chile y con ese accionar busquen que se causen problemas y “desestabilizar” el país.
“Están financiando ahora tratando de desestabilizar y meter gente por la frontera, pagando 300 bolivianos para que se sacrifiquen en la frontera”, sostuvo el ministro de Gobierno.
Murillo señaló que el ex presidente Evo Morales sigue con su intención de retomar el poder y por ello no cesa en sus intentos de desestabilizar el país y aprovechar esta situación de emergencia sanitaria nacional para poder lograr su objetivo.
El alcalde de Colchane, Chile, indicó que ciudadanos bolivianos están varados en la frontera con Chile exigiendo ser repatriados por el Gobierno boliviano. Relató que los bolivianos duermen a la intemperie, con temperaturas bajo cero, y que entre esas personas hay mujeres embarazadas, niños y hasta un connacional con problemas renales.
El gobierno de la presidenta Jeanine Añez mantiene firme su posición respecto a que los bolivianos, o una parte de ellos, que están en la frontera, son militantes del MAS que buscan entrar al país para romper la cuarentena decretada por el Gobierno para evitar la propagación del coronavirus.
El Ministerio de Defensa anunció que se permitirá su repatriación cuando “las condiciones de albergue estén dadas”.
Al igual que Arturo Murillo, el director de Migración, Marcel Rivas, denunció que en el grupo que intenta ingresar a Bolivia por la frontera con Chile, existen personas del MAS que intentan generar problemas y desestabilización.